Revista Cultura y Ocio

Estupor y temblores. Amélie Nothomb

Publicado el 04 diciembre 2009 por Carmina
Estupor y temblores.  Amélie Nothomb
Con un lenguaje sencillo y salpicado de situaciones irónicas la autora nos lleva, en una novela de fuerte carga biográfica, por los sinsabores de una occidental en la fuertemente jerarquizada sociedad empresarial japonesa.
Y es que Amélie presenta un fuerte hándicap, es occidental y mujer, perdida en el hormiguero de la burocracia nipona, y subyugada por la gran belleza de su superior jerárquico, una mujer que cumple con todos los cánones de la belleza japonesa, se enfrentará a una cascada de humillaciones que la harán temer por su propia cordura que se balancea en la cuerda floja.
La protagonista es contratada por su conocimiento de la lengua japonesa, en la quintaesencia de las empresas japonesas, la multinacional Yumimoto, lo primero que comprueba es que cada persona es en primer lugar el inferior de otro, siempre tiene que responder de sus actos. En su primer día de trabajo se da cuenta de que no sabe para que la han contratado y se suceden una serie de órdenes dementes, tareas repetitivas, humillaciones grotescas, superiores sádicos, misiones ingratas, celos, e incluso mobbing empresarial.
Ante la desesperación que le produce la inactividad comienza a servir los cafés a los empleados de la empresa, a cambiar las páginas del calendario, para terminar en contabilidad revisando las dietas de los cuadros de Yumimoto, trabajo para el cual no se siente cualificada y que la lleva a protagonizar diversos pasajes de fuerte carga humorística.
Yo cuando era pequeña quería ser Dios. El dios de los cristianos, con D mayúscula. Hacia los cinco años, comprendí que mi ambición era irrealizable. Así que rebaje un poco mis pretensiones y decidí convertirme en Cristo. Imaginaba mi muerte sobre la cruz, ante la humanidad. A los siete años tomé conciencia de que aquello no ocurriría. Decidí más modestamente convertirme en mártir. Durante años mantuve aquella decisión. Pero tampoco funcionó.
_ ¿Y después?
_ Ya lo sabe: me hice contable de la empresa Yumimoto; y creo que no podía caer más bajo.


Pero se equivocaba y terminó como Madame Pipí, una de las situaciones más humillantes que puede vivir una persona, denigrada a diario por sus superiores, un descenso a los infiernos narrado día a día con una lucidez y un sentido del humor francamente único.
Bien analizado y escarbando en el texto es una crítica mordaz, una caricatura elegante y bien calibrada de nuestros sistemas económicos. Pone de manifiesto los efectos que ocasiona en las personas la jerarquía laboral, hasta el extremo de convertir a los superiores en seres sádicos y a sus subordinados en esclavos.
En ocasiones la crueldad es la protagonista que se diluye en el sarcasmo de la occidental dispuesta a enfrentar todas las humillaciones para no caer más bajo todavía si es que se puede. En los momentos en que la cordura empieza a fallarle es cuando hace las reflexiones más hilarantes.
En fin esta es mi primera lectura de esta autora para el club de lectura, me la recomendó en verano o un poco antes de este Sinuhé, por si me apetecía leer algo diferente, no encontré nada de ella y lo fui dejando hasta que entró como autor en Bibliolandia. Con ésta obra ganó el Gran Premio de la Academia Francesa y el Premio Internet, otorgado por primera vez por los lectores internautas.
Amélie Nothomb ha conseguido el prodigio de gustar al mayor número de lectores y fue elegida, en una encuesta realizada por el diario francés Le Fígaro a 35 críticos literarios, como su escritor favorito de edad inferior a cuarenta años. Apostaría que la clave de su éxito radica en el empleo de un lenguaje sencillo, una estructura fácil de comprender y unas novelas breves y sobre temas comunes.

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