E.T. El Extraterrestre: La leyenda del videojuego

E.T. El Extraterrestre La leyenda del videojuego

El relato de lo que está considerado por muchos como "el peor videojuego de la historia" comienza hace más de treinta años, allá por el año 1982. En España se celebraba el mundial de fútbol con naranjito, y en Estados Unidos se estrenaba E.T. El Extraterrestre, película que conmovió a una generación entera de la mano de Steven Spielberg, el film arrasó en taquilla aquel verano, y se ha convertido en uno de los iconos cinematográficos más destacados del cine familiar de la década de los 80, junto con Los Goonies o Regreso al Futuro, por poner dos breves ejemplos.
El mundo del cine actualmente es la antesala de la industria del videojuego, una industria que mueve miles de millones al año, y de la que ya forma parte este juego. Personalmente pienso que esa costumbre de editar videojuegos derivados de películas, no siempre sale bien, y es más, en la mayoría de las casos no lo hace, ya que me cuesta recordar algún juego decente en los últimos años que derive de alguna película, exceptuando eso sí, GoldenEye de Nintendo 64, incluso pasando por títulos tan infames como el Superman, de la misma consola, que si bien E.T. es considerado el peor de la historia digamos clásica del mundo del videojuego, Superman es sin duda el peor de la generación de mediados de los 90.
Sin desviarnos mucho más del tema en cuestión, la película de la que hablamos, con grandes nominaciones a los Oscar, y ganadora de cuatro de ellos, seguía recaudando dinero en las salas de cine. El extraterrestre marrón junto con Elliott se convirtieron en los personajes más famosos del momento, y esto era muy buena noticia tanto en Hollywood, como en la industria del entretenimiento digital, que ya planeaba su perfecto proyecto para sacar tajada de la situación.

Atari VCS 2600

En pleno auge de las recreativas en aquel momento, no podía dejar pasar la oportunidad de incrementar sus ventas aprovechando el boom de la película que tanto dinero estaba generando. Es así que Atari, líder en el mercado del videojuego por aquel entonces, tenía en el mercado su consola VCS 2600. Muchos la recordarán por su clásico videojuego Space Invaders, o "Los Marcianitos" en España, [nunca me gustó esa denominación local, pero que le vamos a hacer].
Tecnicismos a parte, y como he dicho anteriormente, la oportunidad de negocio era más que clara, y se pusieron manos a la obra. El problema más que de logística, era de tiempo, ya que todos sabemos que el efecto de estos productos suele ser limitado y bastante efímero, por lo cual cuanto antes sacaran el título a la venta, pues mucho mejor.

Cartucho Atari E.T.

El tiempo de creación fue aproximadamente de tres meses, un tiempo ridículo, pero las navidades se acercaban rápidamente y tuvo que acelerarse. El caso es que el gran momento había llegado, el proyecto finalizó, y comenzaron a crearse más y más copias, tantas, que se les empezó a ir de las manos creando más cartuchos que consolas había en el mercado en aquel momento, con la idea clara de que la gente correría como loca a comprar una Atari para jugar a tal esperado juego.

Pantalla de inicio E.T.

Cuando por fin pudo ver la luz en el mercado, la gente que "picó" y se hizo con un ejemplar, acudió en masa a devolver el cartucho ya que según ellos "era imposible de jugar". Unos gráficos mediocres, y una jugabilidad inteligible para casi todos, (pese a que algunos afirman que el juego era perfectamente jugable una vez se entendía) acompañado de un manual, con el que era necesario estar constantemente en las manos para poder comprender el sistema de juego, y por supuesto cargado de bugs que lo hacía aún más infumable.
El mecanismo del juego consistía en recoger las piezas del teléfono de E.T. por diferentes pantallas repletas de extraños mapas de una calidad mediocre, en los que según he podido ver en imágenes y en vídeos tenías que recoger las piezas esquivando a extraños personajes que te raptaban, y sin caer en determinados puntos que hacía que calleses en otro nivel de inicio para volver a subir a la misión. La vida era un código numérico que iba restando a medida que la ibas perdiendo, pero una vez muerto, lo que ya no entiendo, es que Elliott llegaba de pronto y te resucitaba.

Pantalla de juego E.T.

El resultado final fue unos 5 millones de cartuchos metidos en los almacenes de Atari que nadie quería, lo que llevó casi a la ruina a la empresa, y con unos gastos de almacenaje enormes, eso sin contar con la nefasta imagen que daba de la compañía, había que encontrar una solución y pronto. A alguien se le encendió la bombilla y decidieron llevar a cabo un plan, de enterrar todos los cartuchos en el desierto de Nuevo México, así pues decenas de camiones llevaron la mercancía hasta allí para enterrarlos para siempre.

Esto último ya no se sabe donde empieza la leyenda y donde acaba la realidad, el caso es que es una de esas historias que todo el mundo debe de conocer por el impacto que fue en su día, y lo curioso de las situaciones cuando las cosas se hacen sin mucha cabeza y con la simple motivación de hacer dinero fácil. En este caso les salió bastante mal, pero no deja de ser una reflexión interesante.
Por último y como curiosidad, os dejo la canción junto con su videoclip dedicada a tal tema.