Una noche anterior al día del Pilar de hace unos cuantos años, pongamos entre 20 y 30 años atrás... Mi tía me llevaba a su casa, donde dormía a la espera del gran día. Los trajes ya planchados encima de la cama, camisa negra, enaguas, medias blancas de las gordas estilo leotardos pero con agujeritos, delantal, falda, alpargatas y mantón. El cierzo ya podía soplar, que allí no nos movíamos ninguno.
Horquillas e imperdibles a partes iguales. Los segundos eran para atar el mantón a la camisa y a la falda, para que no se cayera en la peregrinación a la Plaza del Pilar. Las primeras eran para atar el pelo revuelto en un moño, bien tirante y mojado. Tenía que aguantar hasta, por lo menos, la hora de comer.
Yo soy alérgica a los pendientes, así que me libraba de ponerme esos "pendientacos" negros con piedras rojas, pero el broche no faltaba.
Un repaso de toda la familia, las típicas fotos de antes de comenzar la peregrinación (y digo típicas, porque son muchas, muchas, muchas) y la entrega de los claveles. Mi tía los había comprado el día anterior, y dependiendo de cuantos primos éramos nos ponía tres, cuatro... Los primeros años, al ser la única niña que iba a la Ofrenda de Flores, me llevaba un buen ramo. Eso sí, con el papel aluminio, para no mojarnos las manos.
Llegábamos a la fila de la gente que iba a entregar las flores, en Independencia, o calle Alfonso, temprano. Es un día de fiesta, pero hay que madrugar. Paso a paso, no recuerdo si era muy aburrido o no, pero seguro que no era para echar cohetes, alcanzabas la Plaza del Pilar, les dabas tus flores a los baturros y ellos se encargaban de colocárselas a la Virgen.
Y después... A la plaza de los Sitios!! Los columpios llenos de niños, los padres y demás familia en corrillos hablando, y por supuesto, todos estaban vestidos.
La comida familiar, siempre hay una Pilar en estos encuentros, y así se pasaba el día del Pilar.
Ahora es distinto. Para la gente que va por libre se le ha habilitado la primera hora de la mañana, después, o al menos, en estos 6 años que estoy en la isla, son los grupos los que tienen sus horas asignadas. Y es casi imposible colarse. (Cosa que antes se podía)
Mis hijas aún no han ido con el traje regional, y creo que nunca ha coincidido que hayamos ido en Pilares, pero me gustaría que vivieran esos momentos y los recordaran más adelante como uno de los momentos más felices de sus vidas. Porque tal vez no haya puesto todo el día del Pilar detallado, pero recuerdo cada minuto de un día que se repetía, año tras año.
Por cierto, las mamás blogueras/tuiteras de Zaragoza, podéis aportar vuestra opinión o recuerdo. Las Mamás de Con Peques en Zaragoza han escrito un par de post esta semana, que son muy interesantes.