Todo empezó cuando nos enteramos que la clase de al lado iba a ponerse de acuerdo para hacer un regalo a la maestra. Y con prisas, pero con buena letra, nos pusimos, una madre y yo a recolectar dinero para hacer lo mismo.
Todos estuvieron de acuerdo, y aportaron ideas y dinero. Así que tras una semana intensa, me vi recaudando dinero y yendo de tiendas. Que sí, que soy rara, y no me gusta el agobio y jaleo de las tiendas. Así que, directa fui a la tienda de la que habíamos hablado para comprar el regalito.
Pero dos días antes, idee una tarjeta navideña totalmente DIY. Y es que google está en todo. Tras buscar varios modelos, fui a una mercería a comprar botones y lana. Y tras unas tarjetas, decidimos que la que le íbamos a dar con el regalo sería ésta:
Todavía tengo pegamento de la gotita en los dedos. Pero parece que gustó a los padres y madres. Y también a la profesora.
Aproveché para hacer un par de ellas más. Una que le dió Danièle a la maestra, en la que ella hizo las rayas, imitando el cordel de las bolas de navidad, y que eligió el orden de los colores. Así como las flores hermosas que dibujó en la postal por dentro.
Y, me encanta esto. Así que, con tiempo, y ganas, y buenas ideas, me parece que voy a meterme a hacer más cositas DIY. No me quedó tan mal, ¿no? Menuda satisfacción te deja este tipo de actividades.