Revista Maternidad

Etapa de los dos años

Por Gabriel Benítez @BrazosMi
Etapa de los dos años
Llegó Septiembre y, con él, el comienzo de la guardería. Mi niño ha comenzado bien, le gusta ir y jugar allí. Entra corriendo al aula, no espera a nadie. Ya ha acabado el período de adaptación y este año también se quedará allí a comer. Unas cinco horas son las que pasará allí en total, jugando y aprendiendo. Y, precisamente, ésa es la parte no tan buena. Por un lado, aprenderá cosas nuevas de parte de las maestras, pero, por otro, aprenderá la picardía de algunos compañeros suyos. Y es que la etapa de los dos años no es para nada fácil. Si el polluelo ya tiene de por sí un carácter fuerte y así lo muestra cuando algo no le sale bien, con cosas tan simples como no poder abrir un tapón, por ejemplo, imagínate si encima ve que los demás se enrabietan también. Hace unos días, en una de sus rabietas, rompió a llorar como otras veces, pero con algo nuevo aprendido de otros niños: provocándose el vómito. Por lo visto, hay un niño en la guardería que a la primera de cambio hace esto para que le atiendan.

¿Qué más puede ofrecerte la etapa de los dos años?

Esta etapa tan terrible para algunos padres en la que imperan las rabietas, no es otra cosa que el desarrollo de la autonomía del niño. Está empezando a descubrir que puede tomar decisiones por sí solo y le pueden molestar los cambios de planes. Ahora, tenemos un pequeño tirano que corre por la casa y al que no debemos dejar que haga todo lo que se le antoje. Hay que ponerle ciertos límites para que aprenda a gestionar las rabietas. De no hacerlo, puede pasar a la agresividad y pegarnos. A mí, ya me ha pasado alguna que otra vez. No he dejado que haga algo y me he llevado un manotazo. Como respuesta, no le he dado otro, pero sí me he ido de su lado y le he regañado. Unas veces se lo toma mejor y, otras, peor.

¿Cómo debes actuar ante las rabietas?

Como acabo de decirte, si llega a ponerse agresivo y pegarte, lo primero es explicar que eso no se hace y dejar de hacerle caso. Poco a poco, irá comprendiendo que esa conducta no es adecuada. El niño es él, no tú. No te rebajes a su nivel dándole un tortazo o gritándole como respuesta a su acción. De igual forma, castigarlo no vale de nada, ¿qué castigo vas a imponerle? No va a entender qué es tal cosa. Nadie se pone agresivo de buenas a primeras, por lo que el paso anterior habrá sido la rabieta. Si ya sabes que hay algo que le desencadena las rabietas, intenta evitarlas. Yo le dejo siempre los botes medio abiertos porque sé que, en cuanto intente abrir uno y no pueda, la pataleta está asegurada. Si ya la ha cogido, intento explicarle que me pida ayuda. Tantas cosas como habla y no es capaz de decir ayúdame, papáNo queda otra en esta etapa que darle cariño y dedicarle tiempo al niño, que se sienta querido. La etapa de los dos años es mala para los padres, pero también para los niños. Ellos también lo pasarán mal, me imagino. Si no, ¿a qué viene tanto llanto? Son pequeños adolescentes sin hormonas, pero con los mismos síntomas de enfado, tristeza y egocentrismo 😂😂😂.
No te preocupes tanto, que no todo es tan malo, la terrible etapa de los dos años también tiene cosas positivas que mi niño me está demostrando día a día. Como ya viene siendo costumbre en mis posts, te las desvelaré en una segunda parte: los aspectos positivos de la etapa de los dos años.
¿Has vivido ya la etapa de los dos años? ¿Algún consejo que puedas aportar?
  

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