T-Radya, un artista callejero con sede en Ekaterimburgo, Rusia, nos sorprende con ‘Eternal flames’, una obra cargada de sentimiento y contrenido simbólico.
Su incursión en el “retrato incendiario” (nunca mejor dicho) se realiza a través de la creación de imágenes de soldados caídos de la Segunda Guerra Mundial con cócteles molotov.
El proceso de creación de cada una de ellas es relativamente es simple:
1. Las fotografías se graban en una base de madera.
2. Se aplican vendajes en diferentes densidades para proporcionar tonos diferentes.
3. Se lanzan el/los cóctel/es molotov contra la superficie para producir quemaduras de diferentes categorías en el lienzo.
4. Por último, se retiran los vendajes para poder colgar los retratos.
La obra se ha realizado en un edificio abandonado en su ciudad natal, que sirvió como hospital del “Ejército Rojo” durante la Segunda Guerra Mundial (1941 -1945) para los soldados heridos.
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