Hasta el pelo azul le queda bien a Kate
Por uno de esos caprichos de la vida, un día de San Valentín, Joel decide no ir a trabajar y va hasta una playa a caminar, a reflexionar, a no pensar en nada... y allí se encuentra a una rara y extrovertida chica de pelo azul. Pese a la timidez de Joel, Clementine -que así se llama la chica- comienza a charlar, quedan para salir y empiezan una relación un tanto... peculiar. Y hasta aquí puedo leer, para aquellos que no la hayan visto, si lo vais a hacer, creedme, es mejor sorprenderse.Ésta es una de esas películas que siempre pongo como ejemplo de película romántica diferente, alejada de topicazos y de Meg Ryan o Hugh Grant. Es una película independiente de Michael Gondry, con la que el director se dio a conocer a nivel mundial.
Antonia, te dije que no te movieras tanto y tu ni caso
Y le quedó una película de "chico conoce chica" pero con un toque muy personal, que sin ser empalagosa, cuenta una historia de amor diferente con guión de Charlie Kaufman y del propio Gondry que manejan con maestría esa especie de "realismo mágico" esa mezcla de locura y cordura, de sueño y de realidad y esa particular manera desordenada pero con sentido de contar la historia.Una historia que trasciende más allá de la aventura de Joel y Clementine. Una historia de dos personas que estaban destinadas a cruzarse en determinado sitio y en determinado momento. Y no habrá fuerza humana o divina que consiga separarlos...
"Qué descanso, es el único momento del día que no pone cara de gilipollas"
- Los primeros 20 minutos.
- La banda sonora. Muy acertada en todo momento.
- Kate Winslet. Espléndida y espontánea. Su pelo.
- El guión. Muy original.
Pipi Calzaslargas y el Señor Nilsson
Lo peor:
- El título que le atizaron aquí. Me niego a ponerlo doblado.
- Jim Carrey. No lo soporto pese a que en esta película esta algo más comedido que de costumbre.
- Que sólo puedes verla por primera vez en una ocasión.