Bueno, pues ya estamos de nuevo liados con el juego de urnas. Cuando todavía no hemos acabado de aclararnos con los últimos pactos y aún nos quedan en casa papeletas de esas de las votaciones que usamos para distintos menesteres (yo las uso para hacer la lista de la compra, son practiquísimas, aunque también es verdad que según el partido anunciado acabo gastando más o menos dineros en el súper, debe ser un fenómeno paranormal, lo preguntaremos a Iker Jiménez) va y nos aparecen de nuevo los eternos candidatos. El caso es que estamos en lo de siempre, es como aquello del burro y la zanahoria, estos meses nos prometen maravillosos paquetes sociales pre-electorales para movilizar y rebañar algún voto aunque después no veremos nada de eso. ¿No escarmentamos nunca?. Y lo que es peor, se paralizará todo para dejar paso al espectáculo ese de poner el dedo en el ojo del otro candidato. Es como si las elecciones fuesen dentro de nada y no dentro de cinco meses, igual el Gobierno nos da la noticia de un adelanto un día de estos. No me sorprendería que lo hiciese para desbaratar las de septiembre en Cataluña.
Nuestro presidente ha anunciado a bombo y platillo, plasma de los domingos mediante, que se encargará de la campaña electoral él solito (pobre PP). Bueno, en teoría lo hará Jorge Moragas, al que nombró al efecto pero se lo podía haber ahorrado visto el papel que va a desempeñar ya que parece que por una vez Rajoy quiere entregarse a algo en cuerpo y alma. ¡Alucinante!. Eso estaría muy bien si no es porque el buen hombre igual tiene trabajo al que dedicarse. Nada, una nimiedad, el gobierno que no retocará de un país que aunque lo niegue y diga que son “hilitos de plastilina” hace aguas por todas partes.
De la noche a la mañana la confianza del dubitativo Don Mariano se ha vuelto superlativa, tanto que parece que de repente se basta él solito para todo, con ayuda de su fiel escudero “Sancho” Arenas, igual deberíamos pedir un análisis de ADN o cosa por el estilo, más que nada por si en lugar de Rajoy tenemos un sustituto enviado por una inteligencia extraterrestre al estilo “V” o mejor dicho, Mars Attacks.
El cambio que prometió se redujo a cuatro cositas tontas tontas en el partido y a la sustitución de Floriano, cosa que es lógica, porque este señor parecía a sueldo “del enemigo” de Gila. De seguir así no le hubiesen votado ni en “El gato al agua”.
El caso es que lo que diga Rivera se la trae al fresco, de primarias nada, ya se vota a él mismo en su “mismiedad” como candidato. Muy ecológico,¿para qué gastar papel? También dice que su campaña será un ataque al PSOE, al que acusa de traidor, antipatriota y hasta de que llueva. A lo que Sánchez, también candidato megapotenciario que se ha rodeado de “caras nuevas” como Jordi Sevilla (el iluminado de “las dos tardes” de Zapatero, no lo olvidemos), responde envolviéndose en una bandera española que deja a la de la Plaza de Colón en un mero trapito. Pero sigue sin conseguir hacer parecer al PSOE un partido imprescindible. Ya verás como con esto de la bandera y el nacionalismo van a hacer todo un “estilo de vida” para intentar desmarcarse de las elecciones catalanas de septiembre, como si no hubiese nada más importante que el nivel de “españolidad” (entendido con estilo rancio) de cada uno. Es como si a la ciudadanía no nos preocupase más el paro, los desahucios o las cosas del comer que el tamaño de la bandera con la que se envuelven.
Eso sí . Me parece que ninguno de estos dos señores han aprendido la lección y continúan con la cosa del bipartidismo creyendo que eso de la difamación y la acusación “a la gruesa” todavía sirve de algo. Mientras, esos que les han dado ya un soberano sopapo han empezado a moverse. Rivera habla de nuevas transiciones desde Madrid, para borrar aquello que tenga que ver con Barcelona (no vaya a salpicarle). Podemos ha empezado un “Tour” a lo grupo de pop “Teenager” con un discurso en el que se incluyen cosas como medio ambiente. Me parece que “los nuevos” no es que empiecen a levantarles la merienda a “los clásicos” sino que ya lo han hecho y ellos ni se han enterado…