(En voz alta). Lo leí en su momento este memorable ensayo-reportaje-apunte de diario… en el papel y lo volví a recordar, vagamente, el otro día conversando con mi amigo Emilio Merino Merchán, al que le prometí localizarlo y enviárselo. Acabo de hacerlo, bendita tecnología. Lo comparto aquí, también con la nada transitiva idea de tenerlo a mano fácilmente, si bien acompañada de la seguridad de que quienes se entretengan en su lectura saldrán reconfortados y puede que también agradecidos. Si es así, de nada. Lo mismo nos vemos en el eterno retorno de lo idéntico.