Revista Cultura y Ocio

Ethan Frome (Edith Wharton)

Publicado el 10 abril 2015 por Elpajaroverde
Decidme, pajaritos, ¿creéis que el destino de una persona está escrito o pensáis que cada uno puede cincelar el suyo a su antojo? A mí me gusta pensar que algo podemos hacer al respecto. Indudablemente nuestro mismo lugar y fecha de nacimiento nos pueden determinar ampliamente la vida, pero aceptar que la suerte ya está echada para mí no es más que una vana excusa para no trabajar con ahínco en pos de nuestras metas. Por supuesto que no soy tan ingenua como para creer que todo el poder reside en nuestras manos. Son muchos los factores externos que nos pueden influir, amén de los caminos por otros tomados que se crucen en los nuestros. ¿Os cuento un secreto? Hasta las personas que se dejan llevar por ese supuesto destino están tomando parte sin ser conscientes en él. No optar por una elección es en sí una forma de decidir. Pero, ¿quién no conoce (o ha sufrido él mismo) a alguien que parece estar encadenado a la misma suerte una y otra vez, alguién cuyo ambiente no le es propicio para escapar de esa esclavitud azarosa, alguien que no ha sabido tomar buenas decisiones y que incluso cuando sigue esa vía que indudablemente le alejará para siempre de su aciago sino se encuentra con que ese camino era una vuelta en círculo que le lleva nuevamente al punto de partida? Resulta tentador entonces rendirse a creer en el destino e imaginarse escuchando en los momentos más desesperados su risa cruel y victoriosa. Pues bien, pajaritos, si hay algún personaje en la historia de la literatura universal abocado a ser víctima de una confabulación del destino, si hay alguien que se ha hecho una y mil veces todas estas preguntas, sin duda alguna responde al nombre de Ethan Frome.

Ethan Frome (Edith Wharton)

Portada de Ethan Frome

La historia de "Ethan Frome" nos la cuenta un ingeniero que por su trabajo recala en Starkfield, un pueblecito de Massachussets. Le llama la atención un hombre que frecuenta la estación de correos. Se trata de un personaje de expresión taciturna y aquejado de cojera. Sin embargo, a pesar de su apariencia ajada y derrotada detecta en él una fuerza indescriptible. Como si él sólo pudiera hacer frente a todos los crudos inviernos que se suceden en Starkfield, como si su vida entera se hubiera alternado entre el paso por una tormenta de nieve y el desapacible reposo en un gélido valle.
"Parecía parte del paisaje nostálgico y silencioso, una encarnación de su gélida soledad, con toda la ternura y la sensibilidad que había en él bien sujetas bajo la superficie. Pero su silencio no era en absoluto hostil. Yo tenía la sensación de que vivía en un aislamiento moral tan profundo que resultaba demasiado remoto para un acceso casual, de que su soledad no era simplemente el resultado de su situación personal, aunque suponía que era muy trágica, sino que encerraba, como había comentado Harmon Gow, el intenso frío acumulado de muchos inviernos de Starkfield."
Indagará nuestro narrador acerca del extraño habitante de ese paraje invernal. Algo le cuenta el conductor de la diligencia que le trajo a Starkfield, algo le desvela la dueña de la casa en la que se aloja, pero será un gesto de hospitalidad del propio Ethan Frome lo que hará que pueda conocer la verdad. Los caminos son duros de transitar en invierno y al ingeniero le sugieren que sea el señor Frome quien le lleve y le recoja de su lugar de trabajo. Él es diestro en esos menesteres y cualquier dinero extra le vendrá bien. Una noche de extremadas inclemencias meteorológicas, ante la escasa visibilidad que hace desaconsejable continuar camino hasta la morada del ingeniero, Ethan Frome le invita a pernoctar en su casa. Es en ese momento, al traspasar los muros del hogar del estoico hombre, cuando empieza a vislumbrar la verdadera historia de Ethan Frome.
A partir de esta escena Edith Wharton comienza a escribir en tercera persona. Se erige en una gran narradora y nos va desgranando la historia que tanta curiosidad suscitó al ingeniero de paso y que todos en el pueblo presienten pero aparentemente ignoran. Conocemos que Ethan Frome anheló una vez una vida lejos del duro trabajo de su granja, que tuvo aspiraciones y vocaciones. Sabemos que un accidente de su padre primero y un trastorno de su madre después truncaron sus ansias de autorrealización. Se nos habla de Zeena, su mujer, que usa su estado enfermizo para tiranizar todo y a todo el que la rodea. Se nos cuenta cómo llega Mattie, la prima de Zeena, para cuidarla; cómo es un soplo de aire fresco para Ethan; cómo éste comienza a atreverse a pensar que algún tipo de felicidad es posible para él.
"Siempre había sido más sensible al encanto de la belleza natural que la gente que le rodeaba. Sus estudios inconclusos habían moldeado esa sensibilidad y, hasta en los momentos de mayor desdicha, el campo y el hielo le hablaban con persuasión profunda y convincente. Pero la emoción había sido hasta entonces como un dolor silencioso que velaba de tristeza la belleza que evocaba. Ni siquiera sabía si existía en el mundo otra persona que sintiera como él, o si él era la única víctima de este triste privilegio. Y entonces descubrió que otro espíritu temblaba con la misma sensación de asombro: que a su lado, viviendo bajo su techo y comiendo su pan, había una criatura a quien podía decirle: ..."

Ethan Frome (Edith Wharton)

calorcito. Fotografía de José Antonio Alonso

Edith Wharton dota a su novela de una magnífica ambientación. Tanto ese pueblecito ficticio de Nueva Inglaterra, como los duros inviernos de los que adolece, o el interior del 'hogar' de Ethan Frome se nos antojan sumamente reales y creíbles. Llama la atención el nombre elegido para bautizar el enclave en el que se sitúa la historia. 'Field' significa campo o terreno y 'stark' podría traducirse como duro, severo, cruel. Todo en este libro es un adorno o una metáfora de la historia que nos cuenta. Son pocos los personajes que habitan en estas páginas pero sus personalidades están retratadas de manera formidable, especialmente las de los tres protagonistas. No son las descripciones las que nos hacen sentirlos así. Son sus hechos los que hablan, sus palabras, sus silencios. Es la trama misma la que nos va descubriendo el interior de cada uno de los vértices de este triángulo. Y qué trama, pajaritos. Bien hilada, bien narrada y con un punto álgido final espectacular que para nada se ve venir y que le da una dimensión enorme a esta pequeña por corta novela.
Os hablaba al principio de cómo a veces todo parece confabularse a nuestro alrededor para impedirnos vivir nuestra vida como quisiéramos hacerlo. Esto ni más ni menos es lo que nos cuenta esta escritora estadounidense en una de sus obras más conocidas. Y lo hace como sólo los grandes saben hacerlo, sin que nos demos cuenta. Se huele en el ambiente el aire funesto, se siente en los huesos y pegado a la piel. Todo son pistas, todo son señales. Algo se presiente, pero somos incapaces de alcanzar a ver. Hasta que llega y explota y ya no hay marcha atrás. Ni para nosotros, ni para Ethan Frome.
"Era la peor hora de la tarde, la hora en que la última claridad del firmamento se funde con la noche en una masa que oculta todas las señales y falsea las distancias." 
Sí, pajaritos, resulta tentador rendirse a creer en el destino tras concluir esta novela, así como también nos seduce la idea de olvidarnos de que estamos hablando de un personaje de un libro. Y ahí sí hay quien escribe, ahí si hay quien teje los hilos. Hay un escritora que escribió lo que hoy es un clásico aunque para nada se note la distancia temporal. Hay una autora que ha demostrado que no se necesita una novela extensa para contar una buena historia y contarla bien. La historia de un hombre incapaz de escapar de su infructuosa existencia. La historia de Ethan Frome.

Ethan Frome (Edith Wharton)

Sled. Fotografía de friend JAD

Ficha del libro:
Título: Ethan Frome
Autor: Edith Wharton
Editorial: Alba
Año de publicación: 2007(1911)
Nº de páginas: 168 

Más sobre "Ethan Frome"


En 1993 se llevó a cabo la adaptación cinematográfica de esta novela. Fue dirigida por John Philip Madden y protagonizada por Liam Neeson y Joan Allen.
Os dejo por si alguno se anima a leerlo en inglés el enlace para dercargar este libro de forma gratuita (y por supuesto legal) en su idioma original.
Descarga de "Ethan Frome"

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