La novela histórica y la novela de época (a las que casi siempre las metemos en el mismo saco, denominando a ambas como novela histórica) siempre tienen un hueco entre mis lecturas y no es difícil encontrar entre las entradas de este blog, cada cierto tiempo y unas veces con más asiduidad que otras, reseñas de ellas.
Por eso cuando hace unas semanas me ofrecieron la lectura de esta novela, que además estaba escrita por Coia Valls a quien ya había leído en otra ocasión y me había dejado muy buen sabor de boca, no dudé un instante en aceptar la propuesta.
LA AUTORA
Coia Valls (Reus, 1960) es escritora y profesora de Educación Especial y Logopedia. Ha publicado la novela 'La princesa de jade' (2010), premio Néstor Luján de novela histórica, además de numerosos cuentos y relatos en volúmenes colectivos. En el mundo de la literatura infantil han visto la luz 'Marea de lletres que maregen' y la novela 'L’ombra dels oblidats'. Es responsable del blog 'El cuaderno naranja'.ARGUMENTO
De Calavario a Roma, la extraordinaria odisea de una intrépida viajera del siglo IV.El último tercio del siglo IV es un período de profundos cambios. Los valores se invierten y los perseguidos se convierten en perseguidores. El Senado romano está dividido y la permanencia de la estatua de la Victoria es el símbolo del enfrentamiento entre paganos y cristianos.
En este escenario de fin de una civilización, Etheria, una mujer noble de la Gallaecia emparentada con el emperador Teodosio, emprende un viaje a Tierra Santa en pos de su sueño. En su paso por Lucus Augusta, Caesaraugusta, Tarraco, Barcino, Gerunda, Roma y otras ciudades, escribe un diario para trasmitir esa experiencia a sus discípulas.
Sin embargo, a menudo las cosas no suceden como se había previsto. La aparición de Irene de Aveleda, una patricia que, bajo su apariencia de luchar por una noble causa, busca venganza, obligará a la peregrina a tomar decisiones insospechadas y enfrentarse a sus propias contradicciones.
Dos mujeres invierten sus destinos en este calidoscopio de una época de crisis. Un canto a la tolerancia y la amistad, a la capacidad de convertir el viaje en una experiencia de vida. Porque nada está escrito en las estrellas.
MIS IMPRESIONES
Irene, sobrina del senador Simaco, llega a Calavario donde vive Etheria en una congregación de mujeres piadosas, con el fin de hacerse con la última copia del Libro del Catón que se encuentra en poder de esta última.Lo que no imagina Irene cuando llega es que Etheria se va a embarcar muy pronto en una peregrinación a Tierra Santa, y, entre otros objetos que la acompañarán en el viaje, estará la copia que ha venido a buscar.
Aunque ninguna de las dos se encuentra cómoda en la presencia de la otra, cuando Etheria propone a Irene que la acompañe en el viaje que va a iniciar, esta última no se lo piensa dos veces, ya que será la única forma en que podrá hacerse con el libro que ha venido a buscar y que supone para su tío la última esperanza de que las antiguas creencias del Imperio sean respetadas. Lo que ninguna de las dos intuye cuando emprenden este largo recorrido es que también van a realizar una importante importante travesía interior.
No es ninguna novedad que me gusta la novela histórica o la que está ambientada en hechos históricos, y aunque la Antigua Roma no es precisamente de los períodos que más me llaman la atención, alguna novela con este trasfondo he tenido en mis manos. Sin embargo nunca hasta el momento había leído una en la que el cristianismo ya se había convertido en la religión mayoritaria y los cristianos habían tomado posiciones de poder en el Imperio, cambiando las tornas y convirtiendo en perseguidos a los seguidores de las antiguas creencias y hasta hace poco perseguidores. Quizás también es que existen menos obras que suceden con este telón de fondo, siendo más numerosas en las que las persecuciones a los cristianos tienen más protagonismo.
Está claro que siempre se ha puesto mucho más énfasis en las persecuciones y tormentos que tuvieron que sufrir los primeros cristianos, y no se ha escrito tanto sobre como una vez alcanzado el poder fueron los cristianos los que se dedicaron a hostigar a los ciudadanos del imperio que no se habían convertido al cristianismo, por eso me ha gustado conocer la otra cara de la moneda y encontrar en esta novela el reflejo de estos hechos mostrando el revanchismo que afloró, y como aunque a muchos de los poderosos no les importó convertirse al cristianismo sólo para conservar o lograr las posiciones de poder, otros lucharon contra viento y marea intentando frenar los abusos y el avance de la nueva religión y que se les permitiese mantenerse fieles a sus creencias, y que éstas se respetaran.
También me llamó la atención al leer la novela encontrarme con Etheria (la protagonista junto a Irene de la novela y en torno a las cuales gira la historia), un personaje al que no conocía, como tampoco sus circunstancias. Etheria era una mujer peculiar, una especie de monja de aquella época que peregrinó hasta Tierra Santa, dejando constancia escrita de su viaje.
Junto con la ambientación y el momento histórico, una de las cosas que más me ha gustado de esta novela ha sido la relación que se va tejiendo entre Irene y Etheria, dos mujeres tan distintas, muy arraigadas a sus creencias, las cuales están a su vez totalmente enfrentadas, que muestran gran determinación y entre las que se va creando un vínculo que ni ellas mismas son capaces de entender, ya que por un lado recelan la una de la otra y de lo que representan, pero por otro surge entre ellas una especie conexión en la que tiene mucho que ver el que el respeto, las ganas de entenderse y, creo que, hasta de admiración que sólo al final son capaces de reconocer. Una relación que en muchos casos me ha resultado difícil comprender pero en la que la escritora muestra una clara evolución. Una evolución que no podría haber sido posible si a la vez no se hubiese dado en estos dos personajes.
Pero aparte de este crecimiento que se observa en estas dos mujeres, como al resto de los que transitan por la novela, es como si les faltase algo. Para mi gusto carecen de ese punto que hace que un personaje traspase las páginas de una novela y los sientas a tu lado.
No se puede negar que Coia Valls ha hecho una gran labor de documentación, la cual está latente y con la que no nos abruma, habiendo utilizado una prosa sencilla cuidada, fluida y ágil con la que es capaz de mantenernos prendidos a sus páginas, transmitiéndonos a su vez un claro mensaje de respeto y tolerancia por las creencias del otro, que tan necesario es en nuestros días. Pero a pesar de todo lo anterior, para mi gusto, a la narración le ha faltado cierta emoción, cierta tensión, para que esta historia haya terminado de calarme.
Pese a esos puntos que no me han llegado a convencer, para mi Etheria ha sido una lectura grata y entretenida y me ha hecho conocer algunos hechos de la historia en los que no me había detenido, y a un personaje sobre el que indagar.
Ahora os toca elegir a vosotros.
FICHA DEL LIBRO