Ética y comprensión científica (I)
Publicado el 17 agosto 2010 por Hugo
La relación entre la ética y la comprensión científica de la consciencia, aunque rara vez se hace, resulta ineludible porque las demás criaturas sólo se convierten en objeto de nuestra preocupación ética cuando les atribuimos consciencia (aunque sólo sea consciencia potencial). Que la mayoría de nosotros no sienta obligaciones éticas hacia una piedra -no procuramos tratarla con amabilidad (...)-, puede derivarse del hecho de que no creemos que nadie sea como una piedra. Mientras la ciencia de la consciencia aún forcejea por nacer, para nuestros propósitos basta con hacer notar que el problema de establecer obligaciones éticas con animales no humanos (así como con humanos que han sufrido heridas neurológicas, fetos, blastocitos, etc.), exige que comprendamos mejor la relación entre mente y materia (...) Admitámoslo, cuesta determinar lo bajo que llegan nuestras responsabilidades éticas en el árbol filogenético. Nuestras intuiciones sobre la consciencia de los animales se ven influidas por numerosos factores, muchos de los cuales probablemente no son conscientes. Por ejemplo, las criaturas que no tienen expresiones faciales -o rostro, ya puestos- son más difíciles de incluir en el círculo de nuestra preocupación moral. Parece que, mientras no comprendamos mejor la relación entre cerebro y mente, nuestros juicios sobre el posible alcance del sufrimiento animal seguirán siendo relativamente ciegos y dogmáticos (...) ¿Qué es ser un chimpancé? Si tuviéramos más detalles de la experiencia de un chimpancé, hasta los experimentos más conservadores que hacemos con ellos empezarían a parecernos desmesuradamente crueles. Si fuera posible intercambiarnos con una de esas criaturas, dejaríamos de cuestionarnos la ética de separar a unos chimpancés hermanos y no utilizaríamos procedimientos invasivos en sus cuerpos sólo por simple curiosidad (...) ¿Van los cerdos al matadero sintiendo algo parecido al terror? ¿Sienten un terror que ningún ser humano decente le impondría a sabiendas a otra criatura sensible? Ahora mismo no tenemos la más mínima idea. Lo que sí sabemos (o deberíamos saber) es que una respuesta a esta pregunta tendría profundas implicaciones.
Sam Harris,
El fin de la fe, Paradigma, Madrid, 2007, pp. 173-175 y 275.
We kill animals for food; we use them as experimental subjects in laboratories... the list goes on and on. These practices are to our advantage, and we intend to continue them. Thus, when we think about what the animals are like, we are motivated to conceive of them in ways that are compatible with treating them in these ways. If animals are conceived as intelligent, sensitive beings, these ways of treating them might seem monstrous. So humans have reason to resist thinking of them as intelligent or sensitive.
James Rachels,
Created from animals: the moral implications of darwinism,
Oxford University Press, 1990, p. 129.