Revista En Femenino

Etiquetas, malditas etiquetas

Por Peineta

No os preocupéis este post no va sobre ropa, sobre como marcarla o sobre algún invento nuevo del mercado infantil. Este es un post personal cargado de sentimiento, malestar y hormonas.

Llevo demasiado tiempo luchando contra mis propias etiquetas como para ahora sufrirlas en mis hijos. Me supongo que será una visión personal y quizás para algunos poco objetiva, pero vivimos en un país donde la mayoría de la sociedad se rige por etiquetas y quien diga lo contrario es que ya he llegado a su nivel zen y ha conseguido crear su propia comunidad mega respetuosa.

Empiezo a plantearme que me duele más si las etiquetas verbalizadas y asumidas o esas que no se dicen y que circulan, esas que se dan por hecho sin ni siquiera saber el origen, esas que muchas veces los propios padres creamos y hacemos ver a nuestros hijos. No paramos de pedir respeto por el ser humano cuando es poco el que nos procesamos a nosotros mismos teniendo en cuenta el lastre que muchos pueden arrastras por esas malditas etiquetas.

Yo llegó un día en que más o menos aprendí a convivir con ellas, pero entonces entras en un paritorio y después de uno de los procesos más importantes de tu vida te encuentras con que cada paso que va dar ese ser humano y que tu vas a guiar,va estar marcado por no decir muchas veces lacrado por una puñetera etiqueta.

Etiquetas, malditas etiquetas

Etiquetas que llegan a niveles tan absurdos como que tu hijo haya sido lactante de pecho va a ser una diferencia emocional y de inteligencia respecto al lactante de leche artificial. El sistema que hayas elegido con sentido común o instinto para dormir a tu hijo, sea la etiqueta principal de sus traumas y así hasta el infinito y más allá.

Pero al final vas sumando y sumando y te encuentras que tu fajo de etiquetas empieza a ser casi un libro de instrucciones de esos pesados que no apetecen leer pero que parece que si no lo haces no sabrás hacer funcionar el mecanismo.

Pues yo grito que BASTA YA!! De tanta hipocresía, de tanta crianza modelo y de tanta mala leche escondida. El lastre que nuestros hijos tienen o pueden tener por esas etiquetas ocultas que hacemos ver en cierta manera a nuestros hijos a la hora de jugar con amigos, de relacionarse o sencillamente de estrechar lazo puede ser muy dolorosa para la otra parte. Bastante complicado es educar y guiar a un ser humano como para además estar lidiando con aquello que va soterrado que no controlas pero que sabes que circula.

Etiquetas, malditas etiquetas

Me rio yo de todas las campañas de bullynig, moving y respeto cuando nosotros mismos como adultos no respetamos ni la opinión de el de enfrente. Cuando como padres muchas veces guiamos las amistades de nuestros hijos por nuestras propias necesidades, ideologías o apetencias y porque una etiqueta puesta mal y con mala intención puede ser una bola muy pesada para muchos años. Lo mejor sería cortarla pero a ciertas edades no tienen las herramientas para ello.

En fin que empiezo a cansarme de ver tanto mensaje conciliador, tanto conocimiento de libros sobre educación en valores y tanta persona humana especializada en la educación positiva cuando la sociedad que hemos creado y seguimos creando es de lo más hipócrita, clasista y poco empática. Y para ello me remito a la situación actual política de este país.

Etiquetas, malditas etiquetas

Este no es el post de una madre enfadad ni mucho menos, este es el post de una mujer que se lleva años intentado arrancarse sus etiquetas y que no está por la labor de tener que ir arrancando las de sus hijos y menos aún si están hechas con tinta transparente china. Es el post de alguien que cree que la vida ya es difícil como para tener que estar superando límites, exigencias y puntos de mira ajenos, porque si algo tengo que claro es que la perfección no existe y si existe no creo que sea ni bella ni honesta.

Seamos sinceros con nosotros mismos, reconozcamos que no todo lo impuesto por esta sociedad que pensamos avanzada es lo mejor, ni todo lo de antes es lo peor. Cada uno es libre de elegir su camino, su método y aplicarlo lo mejor que pueda, pero si no te gusta no hace falta que le pongas una etiqueta y menos aún que se la autodirigas a ponerla a tu próxima generación, quizás su criterio es diferente al tuyo y no por eso mejor o peor.

Etiquetas, malditas etiquetas

La canción esa" de los amigos de mis amigos son mis amigos", para mí no es válida, estoy segura que mi madre no le gustan todas mi amigas ni a mí las suyas. Que las amistades de mi pareja quizás no se rijan como las mías y así con miles de cosas más, pero es que esa es la clave de una puzle compensado donde cada uno elige su lugar y su entorno, sin más etiquetas que la convivencia, el amor y la necesidad de sentirte a gusto. Además es de valientes "atreverse a lavar o ponerse una prenda sin antes leer la etiqueta, sencillamente porque te ha gustado ".

A veces y solo a veces me canso de guardar las formas y escribir es la manera que tengo de decirlo, espero no haber ofendido a nadie con este sencillo escrito.

*Las fotos de este post son de mi propiedad y los graffitis de artitas que he etiquetado en cada imagen, pinchando os lleva a sus redes.


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