Revista Opinión

Eufemiano Fuentes y Luis Bárcenas, las dos caras de una misma moneda o el caballo de Calígula

Publicado el 23 marzo 2013 por Romanas

Eufemiano Fuentes y Luis Bárcenas, las dos caras de una misma moneda o el caballo de Calígula  Llevo siglos diciendo que el franquismo tiene 2 grandes representantes en este país de todos nuestros pecados: el PP y el Real Madrid que, a veces, a mí, me parecen la única y misma cosa, que, para mejor lograr y mantener sus fines, hipócritamente, adopta esas 2 formas absolutamente espurias de partido político y de club de fútbol. Veanse, si no, los siguientes paralelismos: Al PP le explota el caso Bárcenas y dice que no hay nada de financiación ilegal ni de ventas al por mayor de los contratos administrativos de sus Autonomías al mejor postor, ni de sueldos estratosféricos a sus principales dirigentes en sobres con dinero negro,  y que el famoso taumaturgo, capaz de amasar una fortuna inconmensurable, partiendo de la puñetera nada no le está haciendo chantaje a Rajoy y a todo el partido, sino que sólo está jugando con él una de esas chanzas infantiles de “al escondite”; el RM dice que sí, que le debe a Eufemiano Fuentes, el mayor drogador de deportistas de todo el mundo, una perrillas, sí, pero que sólo son las dietas de cuando lo llevó como testigo en su reclamación contra ese periódico francés que lo acusó de doparse: ¿por qué, ese summum de todo el deporte mundial, el club de fútbol que ha renacido mil veces de la más puta de las miserias, sin que nadie, aparentemente, sepa nunca de donde sale tanto dinero, que todos sabemos demasiado bien que es de nuestro tan jodido bolsillo, a través de los trucos y trampas que sean necesarios, ahí están Aznar y Gallardón: “Alberto, resuélvele al Madrid ese problema económico que tiene como sea, si hay que recalificar urbanísticamente a todo Madrid, se recalifica, coño, que para eso tenemos todo el poder el mundo”, ¿les suena?, y la zona verde especialmente protegida del centro de la capital de las Españas, en la que ni siquiera puede encenderse un cigarrillo, se llenó de polución y contaminación con la construcción de esas 4 torres que El Conseguidor muestra a los que visitan su imperial despacho, designándolas con los nombres de sus ídolos. Pero íbamos diciendo cuando el santo, como es natural, se nos ha ido al Cielo, que el Real reconoce que le debe al Rey del dopaje algo, sí, pero que sólo son unas dietas, unos pequeños gastos de viaje de cuando su amigo del alma fue a deponer como testigo en la reclamación judicial que el club más laureado de la Historia le puso al diario francés que dijo que el Madrid se dopaba, algo que ahora va a tener que volver a hacer contra ese árbitro internacional que ha dicho que en el último sorteo de la Fifa, en el que al Madrid, como siempre, le ha tocado el peor de todos los equipos que había en el bombo, ha habido trampas, qué curioso, éste es uno de los nombres que se le atribuyen al Madrid, un par de miles de euros, o poco más, que si no se los han pagado todavía al Dopador salvaje desde hace tantos años que éste teme incluso que hayan prescrito, es porque  la Caja del Madrid está siempre tan boyante que en ella nunca hay dinero en calderilla. De modo que Rajoy no sólo no demanda a Bárcenas sino que siquiera habla jamás de él, hace como si el tal señor no existiera, que es la mejor manera de neutralizarlo porque un tío que no existe cómo le iba a pagar a él unos suculentos sobresueldos en negro cuando llevaba la Tesorería del PP. De modo semejante, ahí el paralelismo, El Conseguidor, nunca jamás habló del Rey del Dopaje, sólo que, como es mucho más listo, el otro sólo es registrador de la propiedad que hay a centenares, mientras que conseguidores totales en España sólo hay uno, consciente como es de la terrible fuerza coactiva que suponen las posibles acciones judiciales con las que se pasa toda la vida amenazando a la gente, ya ha amenazado al sibilino doctor de que va a llevarle ante los jueces si no proclama a los 4 vientos que él, el doctor maléfico, sólo fue llamado por el mejor equipo del mundo, que ni siquiera le conocía de vista, para que mintiera ante los tribunales diciendo que nunca, nunca, nunca, El Conseguidor también lo sabe decir en inglés, cuando hace falta, usó de sus servicios profesionales para ninguno de los jugadores del más glorioso de los equipos, que ellos si sabían de él y por eso lo llamaron para que hiciera de decisivo testigo en el pleito por difamación contra el diario francés, es porque su nombre sale con frecuencia en los diarios y dijeron "si un hombre tan famoso como éste viene y dice ante los jueces que él nunca tuvo nada que ver con el bestiario, perdón, quiero decir vestuario de tan maravilloso equipo, el tribunal se pondrá de rodillas como corresponde y sentenciará que nosotros no nos hemos drogado nunca porque never, never, never, hemos hecho nada reprobable". Mientras, en la otra cara de la misma moneda, Cospedal inició su torpe camino querellándose contra Bárcenas y, ahora, el propio PP ha interpuesto la correspondiente demanda CONTRA EL PAIS, amparándose en esa ley que tutela el derecho al honor y a la propia imagen pero, ojo, no se ha atrevido a incluir a Bárcenas nominativamente, como codemandado, aunque, qué cosas, sí que dice que lo ha hecho, e incluso señala la propia pàgina, la 60, de su demanda. De lo que se trata en ambos casos es de que el tesorero y el doctor sean conscientes de que todo tiene un límite, fuera del cual se puede llegar incluso hasta la muerte, como ocurrió en aquel famoso caso del aceite de Redondela, cuyo tribunal sentenciador estuvo presidido por el padre de Rajoy, y respecto al cual algunos de sus más significativos personajes aparecieron muertos un día, en su casa. Y no estamos apuntando, sería absurdo, a nadie sino haciendo lo que en este mismo momento hace inocentemente ese árbitro apenas retirado, Iturralde, que, según las malas lenguas perseguía al Madrid y favorecía al Barça, que afirma que todavía sigue recibiendo anónimas amenazas de muerte. La pregunta que a mí, intelectual, filosóficamente, me tortura es: ¿quién está detrás de toda esta magnífica estrategia, el insigne cadáver del maestro Goebbels o es simplemente ese aprendiz de brujo que pergeña todas las altas actuaciones del más grande de todos nuestros partidos?  Los problemas del Madrid y del PP no es que sean semejantes, es que son el mismo: cuando el sistema de trabajo reside en la presunta compra y corrupción de todo lo que se toca, se queda pendiente de lo que, luego, haga el presunto comprado o corrupto,  ambos dependen ahora de que sus presuntos cómplices no se vayan de la boca: si Bárcenas habla y dice todo lo que presuntamente se dice que se hacía en la sede del PP, España entera estallaría como una gigantesca bomba, al comprobar hasta qué punto puede llegar la corrupción de un partido, de una gente que aspira a gobernarnos eternamente; si el doctor maestro supremo del dopaje hablara, presuntamente, a lo peor podría demostraría que el RM en esto también, como en la compra o amedrentamiento de árbitros y de los que participan siempre en los sorteos de los distintos campeonatos, y en la ocupación total y abusiva de todos los estamentos del fútbol, en la corrupción de toda esa prensa canallesca que habita y medra en la capital de España,  llevan a cabo la misma estrategia, la misma táctica de pudrirlo presuntamente todo, de compararlo todo, de ocuparlo todo, para dominarlo todo en su integridad; no son estrategias ni tácticas parecidas son la misma táctica y estrategia y seguramente se hallan concebidas y desarrolladas presuntamente por los mismos personajes.  Y no es que sean unos genios, no, no han tenido que inventar nada sino limitarse a copiar al pie de la letra lo que el maestro de todas esas tácticas y técnicas de prensa y propaganda de Hitler se encargó de crear y de pulir, Goebbels.  Y esta estrategia paralela, yo, por lo menos, estoy seguro de que forma parte de un proyecto común, no es que Rajoy vaya por una parte y el RM por otra, no, ni mucho menos, es que el mismo tío, o el mismo grupo el que planifica las estrategias fatales para que este país vaya cada día peor al propio tiempo que los poderosos sean cada día más ricos y acumulen más poder, de una manera paralela a como el RM amplia su dominio en todos los órdenes de la organización futbolística española lo que al propio tiempo contribuye a que el país entero no proteste por todas esas tropelías que el PP está cometiendo impunemente en este desdichado país.   Y, repito, “nihil novum sub sole”, no hay nada nuevo bajo el sol, lo que estos dos poderes fácticos están haciendo no es sino lo mismo que hacían aquellos  emperadores romanos que esclavizaron, cada día más, al pueblo, al propio tiempo que ellos se endiosaban hasta el punto de nombra senador a su caballo.


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