¡Eureka!

Es una palabra que recuerdo mucho de mis clases de física. Quizás ustedes no la recordarán pero es una palabra que toda madre debe aprender. Si o si.

La historia dice que Arquímedes pronunció esta palabra dándose un baño (de sales de y burbujas como el que nos damos todas las madres) tras descubrir la densidad de un objeto. Esto le permitió saber que la corona del Rey estaba hecha de oro puro. Fue tal su alegría que salió a las calles de Siracusa desnudo y gritando ¡Eureka!.

Heureka es la primera persona del singular del aoristo de indicativo del verbo heurisko, (εὑρίσκω), que significa “encontrar”. Su significado es, por tanto,lo he encontrado. La exclamación “¡Eureka!” se usa hoy en día como celebración de un descubrimiento, hallazgo o consecución.

Las caquitas no son de oro porque FLOTAN

Pues eso. Imagínense el mismito escenario que el de Arquímides sólamente quiten al filósofo y metan a mi bestia. Añadan unas sonrisitas, unos patitos de plástico y ¡lo inesperado! Unos gritos  de “eureCACA” se escucharon en silencio por la niña.¡NO ERA LA CORONA DEL REY LO QUE FLOTABA!

Había leído de ésta experiencia religiosa pero no había leído que la mismisma corona de caca flotante la cogiese Critter y fuese ofrecida con todo su amor de hija bajo las palabras: “Mamitaaaa sopesaaaa”.

Eureka.

Salí corriendo. NO desnuda pero corriendo.

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