La guardia mora.
Las sociedades modernas se engañan mucho a sí mismas. La norma es que si dejas de pagar tres recibos de la hipoteca, tienes al banco en alerta máxima y en modo ‘el torero del moroso’ en la puerta de casa mientras sus abogados preparan los papeles del desahucio. Es lógico, podríamos pensar, pero luego nos enteramos de que sólo en Italia, donde han echado cuentas, los bancos que pactaban subir y bajar el Euribor han robado a sus clientes 3.000 millones de euros. Y se quejan de los atracos. Hace ya unos meses que la Comisión Europea anunció una reforma de estos sistemas y entonces ya nos advirtieron de una subida de las cuotas. Más seguridad, más caro. No fear. No apurarse, no hay salida. Nos enredan con delito de por medio o nos pegan el palo con su ley en la mano. ¿Se puede tener más la cara más dura?
Mientras nos quedamos con la boca abierta, el Ministerio de Defensa español entrega un premio a una mujer militar que tiene ocho hijos por su capacidad para la conciliación familiar. El ministro dice que las mujeres se sienten ahora en el Ejército como en su casa. A mí me entran dudas. Yo conozco a unas cuantas que preferirían sentirse como en casa del ministro. La premiada se llama Sambra Bumedian y el premio ‘Soldado Idoia Rodríguez’ y se lo han dado el ministro Pedro Morenés y la titular de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, que es Ana Mato. No debe extrañar que para premiar labor tan encomiable como criar ocho hijos y defender España desde el vecino continente fuera necesario implicar al menos a dos ministerios y varias secretarias de Estado. No está de más recordar que Idoia Rodríguez Buján fue la primera soldado española en morir en una zona de conflicto. Una mina acabó con su vida en Herat (Afganistán) en 2007.
Los Regulares de Melilla se crearon mucho antes, en 1911, integrados en su mayoría por población marroquí en respuesta a las protestas de los españoles que no querían batallar en África. Muchos años después, atesoraron fama por las atrocidades que cometieron en la Guerra Civil y porque Franco seleccionó a parte de ellos para integrar su guardia personal. Dolores Ibarruri, La Pasionaria, llegó a referirse a estas fuerzas como “morisma salvaje, borracha de sensualidad, que se vierte en horrendas violaciones de nuestras muchachas en los pueblos que han sido hollados por la pezuña fascista”. Hoy, muchos años después, son una unidad de choque, la más laureada, del Ejército español.
La que está lejos de recibir un premio es la serbia Vanja Hadzovic, de 27 años, que ve peligrar su carrera como diplomática porque ha subido a las redes sociales unas fotos “sugerentes”, dicen las crónicas. La mujer trabaja en Asuntos Exteriores, es licenciada en Administración y Medios de Comunicación, y niega que facilitara las fotografías al periódico Blic, que las ha publicado. El lío es de órdago y hasta han ordenado una investigación gubernamental “para depurar responsabilidades”. Se ve que la diplomacia tampoco da mucho trabajo y que alguno busca justificar su sueldo.