Cuando un anuncio ha tenido impacto no es malo incidir en "el concepto". Eso hacen anunciantes que tienen éxito o que han conseguido diferenciarse año tras año. Lo hacen los grandes, como Coca-Cola, Freixenet, y otros no tan grandes que apuestan por la notoriedad gracias a la polémica suscitada (Ryanair).
El caso es que los de la tarjeta Euro6000 han repetido su campaña de "subidón, subidón" que hace exactamente un año protagonizó una divertida viejecita que se ponía a bailar bacalao en medio de un supermercado (ver aquí). En esta ocasión el protagonista es cualquiera de nosotros, que de algún modo se transforma en esa viejecita al aprovecharnos de los descuentos por pagar con la tarjeta Euro6000.
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