Europa burocratica.

Acaban de renovarse los cargos tanto en la U.E. como en la Eurocámara, con una fenomenal demostración de que 1.- Cualquier parecido entre democracia y entidades europeas no es ni coincidencia porque no existe. 2.- En ninguna institución europea se sigue el procedimiento democrático para nombrar cargos, es decir, presentación de candidatos y votación, sino que los grandes partidos se reparten el pastel.

Las tres instituciones europeas más importantes son la Eurocámara, el Consejo Europeo que es la asamblea de todos los jefes del estado de los países miembros, y la Comisión Europea que es el equivalente a lo que sería el gobierno en un país. Ni uno solo de sus cargos ha sido seleccionado de manera democrática.

Ni siquiera David Sassoli, socialista italiano nuevo Presidente del Parlamento Europeo ha sido designado por votación sino por los cuatro que son los propietarios de la U.E., aunque el señor Sassoli tiene una excelente característica: sustituye a Antonio Tajani, fascista también italiano gran admirador de Mussolini.

En mi nota anterior afirmaba que lo único en lo que estoy de acuerdo con Trump es en haberse cargado el acuerdo nuclear con Irán porque dicho acuerdo fue una inmensa tomadura de pelo en la que cayo fácilmente la Alta representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de seguridad. Federica Mogherini, a la que califiqué de desastrosa, bien, pues quien la sustituye es nada menos que Josep Borrell, es decir, de Guatemala a Guatepeor, muchísimo peor, porque Mogherini fue un desastre a pesar de que nunca le dijo al principal entrevistador de la cadena de TV alemana Deutsche Welle que era un pésimo entrevistador y abandonó la entrevista después de acusarlo de mentiroso, nunca acusó a un diputado de haberla escupido y mantuvo la acusación cuando los videos demostraron que la acusación era falsa, nunca ha renunciado a su escaño de Europarlamenteria, saltándose todas las normas escritas y no escritas de la Eurocámara, barbaridades que, junto con muchas otras, si ha cometido Borrell.