Revista Política

Europa en cuatro cuartos

Publicado el 16 septiembre 2015 por Noostradamus
Mirando la geografía de la Unión Europea, esa que es muy unida mientras lo que se negocie sean privilegios de los burócratas con domicilio en Bruselas y cuentas en Luxemburgo pero en nada más, es evidente que se puede trazar una cruz sobre el mapa y dividir la Unión en cuadrantes. El cuadrante superior izquierdo, con vistas al Atlántico, está formado por los países situados al norte de los Pirineos y con frontera por el Este con Polonia, desde Francia hasta Alemania y cruzando el Canal las islas británicas. Sus habitantes son los ricos del continente, hasta tienen similares derechos sociales inimaginables para los habitantes de los otros cuadrantes. Dentro de este grupo podemos meter sin problemas a daneses, suecos y demás vecindario nórdico igual de rico y desarrollado.
En el cuadrante sureste tenemos a la península balcánica, que es lo que hay desde Grecia hasta la valla fronteriza de Hungría, hasta existe una línea imaginaria Trieste-Odessa que ejerce de frontera de este cuadrante como la frontera sur del anterior son los Pirineos. Al otro lado del Mediterráneo está el cuadrante suroeste, que es básicamente la Península Ibérica, con indicadores de desarrollo perfectamente comparables con los de Grecia y con una historia de "jóvenes democracias" del último cuatro del siglo XX que entraron en la Comunidad Europea antes de la ampliación al Este.
Por último el cuadrante nordeste que abarca básicamente los países del Este y los que ingresaron en la UE en su última ampliación, Hungría, Chequia, Eslovaquia, Rumanía, Bulgaria, Polonia, básicamente lo que antes se llamaban los países del Este que a falta de Telón de Acero han montado las Vallas de Concertinas para frenar la avalancha de refugiados que les han caído desde la vecina Turquía procedentes de Siria, Irak, Afganistán, Pakistán y así hasta el Himalaya porque a la gente le da por huir de los frentes de guerra aunque no estén reconocidos por los medios occidentales y las autoridades respectivas.
Simplificando un poco (o mucho), podemos concluir que los cuadrantes sureste (griegos) y suroeste (españoles y portugueses) son los destinados a las vacaciones de los habitantes del cuadrante noroeste, por eso deben tener sueldos bajos y mucha mano de obra disponible para servirles copas, comidas o para hacerles las camas en los hoteles donde tengan a bien descansar en sus merecidas vacaciones. Cuanto más pobres y mayor número de desempleados sin derecho a nada, mejores precios podrán obtener para sus estancias los veraneantes por lo que es bueno que vivan mal para que sean conscientes de que todo se lo deben a los ricos veraneantes de la rica Europa desarrollada que les dan propinas si se portan bien. Por ello cuanto peor administrados estén estos países mejor, quién ha dicho que no se puedan montar hoteles de vacaciones en cleptocracias si nada es más cómodo que una burocracia corrupta para negociar.
El cuadrante nordeste estaba destinado a poner la mano de obra barata para que la deslocalización de las empresas del cuadrante noroeste no tuviesen que mudar muy lejos sus fábricas y se pudiesen deslocalizar al otro lado de la frontera. Pues ni tan mal, porque les esperaba un futuro mejor que a los de los cuadrantes del sur, que encima de barata era estacional, cobrar por dos meses de trabajo en verano y estirarlo para que dure otros diez sin ingresos. Así la relación noroeste, noreste era de empresarios y sus obreros y la noroeste-sur de amos y criados estilo la serie Arriba y Abajo. 
Y de repente, tras un año dedicado en exclusiva a derrocar al gobierno griego por ponerse chulos con Alemania, que parte del principio de que quien paga manda así que ellos mandan porque pagan, mientras decenas de miles de refugiados desembarcaban en las islas griegas, nos informan de la película cuando ya sale el público del cine. Una vez derrocado el gobierno griego por las autoridades del cuadrante noroeste junto con sus palmeros burócratas del suroeste, nos enteramos de lo que pasaba porque una riada de refugiados marchan por la península balcánica hacia los países del Este con intención de llegar al cuadrante noroeste, cuya frontera es la de Austria y Alemania. Si son los que mandan seguro que es donde mejor se vive, porque en Grecia desde luego que no pueden aspirar a vivir mínimamente bien si no lo hacen ni los propios griegos. Nadie huye a donde tenga que pasar miseria, es lógico.
En esto de los cuadrantes se ha quedado fuera Italia porque está en mitad, y no es ni sureste ni suroeste, es el centro. Cortado el paso de refugiados por Hungría, Austria y Alemania con vallas y alambradas con cuchillas, no van a recular a Macedonia o Grecia, ni quedarse en Serbia, y sólo les queda cruzar por Croacia, que ya levantó su valla a principios de 2014 aunque pasase muy desapercibido para los europeos. Pocos pasos les quedan en realidad, o cruzar a Italia desde Albania por mar o hacerlo por Coracia y Eslovenia, acabando igualmente en Italia. Claro que Italia se ha comido con patatas a todos los que han pasado y siguen pasando desde Libia (que también está en guerra) y de más al sur como Eritrea, Somalia, Sudán, Etiopía y en breve Yemen. Los que huyen de países como Niger, Nigeria, Chad o Mali lo que les queda en línea recta es la Península Ibérica y es normal que busquen llegar a Europa por esa ruta, bien por vía terrestre o bien por vía marítima, porque seguro que en las pateras no vienen navegando desde el Golfo de Guinea.
Es normal que mucha de la gente que huye de conflictos o de la miseria (o de ambos al a vez) tanto en África como en Oriente próximo aspire a llegar a Europa, concretamente al cuadrante noroeste, y se encuentren con la necesidad de pasar por los cuadrantes sureste y suroeste, pero no parece que deseen quedarse a buscar empleo en las dos zonas con mayor desempleo del continente. Los del cuadrante nordeste han reaccionado con mucha suspicacia sospechando que al final se pueden encontrar con sus mercados laborales inundados de mano de obra aún más barata que ellos, y se acaben por igualar en desempleo a la periferia sur. Y eso les aterroriza porque ellos daban por seguro que acabarían por tener un nivel de vida equiparable al de los habitantes del cuadrante noroeste. Nadie les dijo que eso mismo se creyeron los habitantes del sur, que ahora son disfuncionales y periféricos a la vez que culpables de todas sus desgracias por ser sus ciudadanos merecedores de lo que les pasa, a decir de las autoridades y medios germanos, que son quienes mandan en el cuadrante noroeste, aunque los británicos vayan por libre como los daneses, suecos o finlandeses. Pero estos ciudadanos se merecen todo lo bien que les vaya como los del sur lo mal.
Y claro que hay una un unión, pero va por barrios, los ricos con los ricos y los pobres con los pobres, los que tienen un paro inaceptable con los que igual andan y los que tienen un buen nivel de vida y bajo desempleo con ellos mismos, a lo sumo pueden legislar para poder expulsar de sus países a los que vengan de la periferia sur junto con algunos del Este como los rumanos que pueden pasar pero para quedarse en la periferia no en el cuadrante rico que para eso ya tienen a los burócratas destinados en Europa que cubren todo el cupo. En resumen, que puede que a Crocacia no les haga mucha ilusión que les envíen refugiados desde Serbia, y que en breve Alemania derrocará al gobierno italiano.

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