Sí, por mucho que pretendan disimularlo, por mucho que se presenten como dos gentlemen --caballeros de alto plumero y baja estopa—, son lo que son, dos mangantes trepas indignos de estar en la cumbre de Europa, su mérito es haber hecho trampas contra los que ahora les han aupado.
Durante años, Jean-Claude Juncker y Jeroen Dijsselbloem, como ministros de Finanzas de Luxemburgo y Holanda --Juncker era además primer ministro de su país—, mintieron a Europa, ocultaron una trama por la que daban ventajas a grandes multinacionales que obtenían beneficios en sus países pero que pagaban menos impuestos residiendo fiscalmente en esos dos países.
Han sido miles de millones los que durante quince años, estos países han hurtado a otros países de Europa. Por ejemplo, se calcula que esta trama “ilegal” ha permitido que España haya perdido unos 5000 millones de euros en impuestos, en 2012, sólo por lo que respecta a las grandes corporaciones norteamericanas implantadas en nuestro país, saltándose los Tratados de la Unión Europea.
Hoy, estos dos trileros, responsables directos de esta trama y de este fraude masivo, son los dos mandamases mayores de esta Europa tan solidaria con los países del sur. ¿Qué hubiera pasado si esta trama hubiera sido puesta en práctica por Grecia, Portugal, Italia o España? ¿Hubieran conseguido sus respectivos presidentes de gobierno llegar a las más altas cotas de poder en Europa? Lo dudo.
Porque es verdad lo de la Europa a dos velocidades, y no se refiere a cómo se mueven las distintas economías, sino al distinto trato que reciben de la Unión Europea los países del norte y los del Mediterráneo. La trama mafiosa y fraudulenta que ha hecho recaudar impuestos de otros países a Holanda y Luxemburgo y que ha llevado a estos dos sinvergüenzas –Juncker y Dijsselbloem— a ser Presidentes de la Comisión Europea y del Eurogrupo. Ese ha sido su premio. ¡Gracias Europa! Y, por otro lado, los perdedores, a los que han engañado miserablemente y se les han llevado sus impuestos.
Durante quince años han estado negando y ocultado dichos hechos y hoy, aunque se les ha pedido cuentas en Europa, desde grupos a la izquierda de los socialistas, no han presentado ni disculpas. Siguen escondiendo los datos y si hoy se sabe algo de sus relaciones fraudulentas es porque se han filtrado algunas de las pruebas que esos dos gobiernos retienen y ocultan.
¿Cómo se puede creer en una UE capaz de mantener en todo lo alto a dos canallas de esta calaña? ¿Cómo es posible que apenas tenga transcendencia esta importante trama delictiva?
Mientras la famosa Troika machaca a los países del sur, dos de sus miembros –Juncker y Dijsselbloem— críticos con las políticas económicas de los países del sur, han burlado miles de millones, engañando al personal, para sus propios países en contra de las leyes europeas, y, sin embargo, se mira a otro lado. Es lo que se llama la ventaja de ser juez y parte. Ellos mismos desde sus atalayas de jefazos de la Unión Europea esconden sus delitos mientras machacan a Grecia y a los otros países del sur.
¿Qué hubiera pasado en países como Grecia y España de haber obtenido los impuestos que ilegalmente se han llevado Holanda y Luxemburgo?
Desde luego, en España podemos decir que esos 5000 millones perdidos en un año, hubieran servido para evitar gran parte de los recortes, o para subir las pensiones, o para cumplir con la ley de la dependencia, o para aplicar políticas de empleo, o para aumentar los subsidios de desempleo o las ayudas a los más necesitados. Pero claro eso ya no tiene remedio.
Ellos siguen allí, en su puesto, haciéndose los locos, negando pruebas irrefutables, y machacando a los países más desfavorecidos. Tramposos que se saltan las leyes en su propio beneficio y son implacables a la hora de aplicarlas cuando de otros más débiles se trata. Esta es la Europa con la que quieren hacernos comulgar.
Esta Europa de trileros y mercaderes, capaz de mantener a estos canallas es una Europa falsa, que no sirve. Es una Europa al servicio de los poderosos y a costa de los más débiles. ¡Vade retro!
Y, por último, sería conveniente preguntarse por qué Rajoy y la mayoría de los gobiernos europeos votaron a estos sinvergüenzas. ¿Qué intereses tenían para tragar a pesar de que habían robado –llamemos a las cosas por su nombre— a sus países? ¿Qué hay detrás que no conocemos? ¿A cambio de qué se han alzado a estos maleantes a las más altas cotas de poder en Europa? ¿Alguien puede creer que todo esto ha sido gratis? De momento hay unos paganinis, como siempre, nosotros, a los que sólo en un año nos han birlado 5000 millones de euros.
Y Rajoy a punto de ganar de nuevo… ¿Por qué antes no nos explica el porqué de su apoyo a tales mangantes?
Salud y República