Aunque
esperaban un compromiso claro de permanencia y concretos planes reformistas que
no llegan. Syriza no aprovechó la situación más favorable que se abría paso en
Europa en la que podrían haber encontrado encaje sus propuestas, -incluso había
consenso europeo en deshacer la troika’– ejemplos de nuevas políticas
muestra la expansión cuantitativa del BCE, los apoyos a la liquidez bancaria
(ELA), el incipiente plan Junkers, la relajación temporal de austeridad con
Francia e Italia, incluso con España que sigue sin cumplir déficit… apoyado el
giro de política en la bajada de precios del petróleo, en la devaluación del
euro y en la retirada de capitales de los países emergentes que buscan
localizarse en Europa, ahora nuevamente paraíso de inversiones mundiales.
No se han apoyado en esos vientos
favorables y jugaron la baza de apoyos rusos y chinos, no exenta de riesgos, entre otros genera alejamiento de los actuales socios, mientras tanto la
situación ha empeorado para Grecia y las salidas cada vez son más difíciles y
peligrosas para todos, en primer lugar para los griegos no ricos que en caso de
colapso aumentarían las penalidades por mucho tiempo. El fracaso de Syriza si no mejoraran las condiciones de vida influiría negativamente, con fuerza, en muchas
otras formaciones de izquierda y ‘nuevas políticas’ de otros países, sin duda en
España.
Grecia no accede normalmente a los
mercados internacionales, así que la única vía de financiación fueron el FMI,
BCE y la UE, con ayudas/rescate aprobadas de 240.000 millones, de los que
faltan por entregar unos 7.200 millones, con tipos de interés favorables,
comparativamente con otros de la eurozona. -En 2010, se producen los chispazos
de los rescates, en aquel momento la deuda pública griega sobrepasaba su 100%
del PIB, mientras la española estaba en el 60%-.
La negociación actual encalla porque
los prestamistas, para ampliar/mejorar las condiciones de financiación que pide
Grecia, exigen contrapartidas, que Syriza no termina de aceptar. Un problema es
que gran parte de la financiación recibida por Grecia, nunca llegó a los
griegos, al final fue a parar a los bancos acreedores europeos, que poco a poco
fueron soltando lastre griego huyendo del embrollo, así ahora, los acreedores
europeos están más preparados que antes, los bancos son más sólidos, y existen más
y mejores recursos cortafuegos para aislarse, por tanto se está en mejor
situación para dejarla despeñarse si llegara el caso.
Grecia lograba financiación a corto
plazo, letras que compraban sus bancos y éstos utilizaban como aval para
préstamos del BCE, por tanto ante una quiebra o quita de deuda sus bancos
quiebran,-realmente están casi quebrados- La liquidez necesaria para que sus
bancos puedan subsistir la inyecta el BCE a través del ELA, Emergency Lyquidity
Assistance, que tiene la particularidad de ejecutarse para situaciones
transitorias de liquidez, pero no de solvencia, lo cual supondría una amenaza
en caso de default de la deuda
soberana, las quiebras bancarias forzarían a cortar la ELA. En teoría. Durante
2013 y 2014 mejora la liquidez, cuya necesidad vuelve a dispararse ahora en el
2015.
Los pagos pendientes atenazan su capacidad de movimientos, con plazos cada vez mas pesados de cumplir, ahora en mayo y próximamente en junio y julio. Salvado el escollo de este año la cosa se ve mas suave, aunque en la medida que fuera necesario otro rescate de entre 30.000 o 40.000 millones, el calendario a futuro volvería a cargarse. En todo caso tengan en cuenta que Grecia tiene, comparativamente relacionado con otros países, ventajosas condiciones de pago , con amplia carencia de capital de varias decenas de años en préstamos comunitarios, e intereses de los más bajos de Europa como ven en el cuadro de arriba, lo cual no elimina la necesidad de refinanciar su deuda pública emitida, amortizar y volver a emitir. También se ven exigidos a los pagos al FMI, pagos que ningún país del mundo occidental dejó nunca de realizar.