Revista Sociedad

Europa Laica y el Observatorio del Laicismo se quejan ante la Defensora del Espectador de RTVE por la programación religiosa

Publicado el 03 abril 2013 por Masonaprendiz


Europa Laica y el Observatorio del Laicismo se quejan ante la Defensora del Espectador de RTVE por la programación religiosaConsideran que atenta a la aconfesionalidad del Estado y vulnera las propias normas del ente. RTVE, como ente público, debe estar al servicio de toda la ciudadanía, cuidando en la medida de lo posible de su neutralidad e imparcialidad en asuntos ideológicos y de conciencia. En los de tipo religioso, concretamente, debe atenerse a lo que dicta la Constitución (el ajado Artículo 16.3), es decir, debe ser como el propio Estado: aconfesional. Así lo reconoce el propio Manual de Estilo de RTVE, en su apartado 5.15 (Información sobre confesiones religiosas), donde se establece este "Marco legal": La aconfesionalidad del Estado consagrada por la Constitución de 1978 es el marco al que los medios públicos de RTVE deben ajustar su trabajo respecto de toda confesión religiosa. De hecho, el Mandato Marco de RTVE explicita en su Artículo 11 (sobre 'Defensa de la Pluralidad Social Española'), que "ninguna persona pueda ser discriminada o vejada por razones de edad, discapacidad, etnia, raza, creencia o religión...". Pues bien, es un clamor que esta aconfesionalidad no se cumple en RTVE, y que sí hay discriminaciones por razones de creencia... a favor de ciertas religiones. En TVE tenemos, para empezar, los programas religiosos semanales, en particular el dominical "El día del Señor", católico, que viene precedido de emisiones de otras creencias ("Islam hoy", "Shalom" y "Buenas Noticias TV", musulmán, judío y evangélico, respectivamente). Además están "Testimonio", "Últimas preguntas" y "Pueblo de Dios", de nuevo católicos. Estas emisiones tienen un reconocido carácter proselitista (evangelizador, y lo que corresponda). Hay que aclarar que la atención a algunas otras creencias no sólo no atenúa la confesionalidad que representan las emisiones católicas, sino que la acentúa, pues lo que conseguimos es acercarnos a una multiconfesionalidad. Piense que si se intentara atender a las creencias y convicciones de todos los españoles, sin privilegiar ninguna --como debe ser--, habrían de emitir cientos de miles (si no decenas de millones, tantos como ciudadanos hay) de programas alternativos, diferentes. El confesionalismo de TVE alcanza niveles demenciales cuando se producen eventos como la reciente investidura papal: horas y horas de emisión, mucho más allá de lo que justifica el mero interés informativo, y con comentarios muy evangelizadores (proselitistas) de miembros de la propia Iglesia que actúan como conductores y comentaristas de los programas, sin que siquiera se dé cabida a una visión crítica. Estas emisiones se redondean con la transmisión de actos puramente religiosos, como las misas papales: a la extraordinaria que hubo con motivo de la investidura que acabo de mencionar, hay que añadir la del "gallo", la de año nuevo, la de "resurrección"... Y, además, nos las habemos con misas de carácter más ordinario y con otras ceremonias y ritos, tales como los característicos (vía crucis, oficios...) de la Semana Santa. ¡Ay!, Semana Santa: en ella, TVE se convierte en una fervorosa TVCE (Televisión Católica Española). Se altera toda la programación semanal normal para dar cabida a decenas de horas de procesiones y rituales religiosos. No conformes con las emisiones extraordinarias, los informativos (como los propios telediarios) dan a esos actos religiosos, de forma reiterada, el papel de noticia central, en tiempo y en relevancia (cabeceras, resúmenes...). En el telediario de las 21:30 del último viernes santo, el presentador principal y el del tiempo hasta vestían de negro; reconocemos que pudo ser casual, pero nos recordó cuando Ana Blanco retransmitía de luto riguroso desde El Vaticano a la muerte de Juan Pablo II. Nos estamos centrando en TVE, pero Radio Nacional (incluso, ay, la querida Radio 5, cada día menos reconocible) ha ido por los mismos derroteros píos. Señora Defensora del Espectador de RTVE, ¿no le parece que se está incumpliendo el mandato constitucional sobre la aconfesionalidad, y, en concreto, lo que el antes citado Manual de Estilo de RTVE (ap. 5.15, 'Información sobre confesiones religiosas') dice...? (I) Sobre "Igualdad": "Todas las creencias y prácticas religiosas deben ser tratadas en RTVE con el mismo respeto, atención e imparcialidad." (II)Sobre "Iglesia Católica": La confesión católica es la más seguida por la audiencia de RTVE. Las informaciones sobre opiniones, normas y actuaciones de la Iglesia Católica deben ser elaboradas con los mismos criterios que cualquier otro tipo de información. (III)"Proselitismo": Ningún profesional de RTVE tiene derecho a utilizar su trabajo para expandir sus convicciones religiosas o la ausencia de ellas. El confesionalismo de RTVE tiene, claro está, su reflejo económico: TVE destinó a programas y retransmisiones de carácter religioso en 2011 un total de 2.973.554 euros, según el dato que recogieron distintos medios especializados en televisión, tras una pregunta escrita del PSOE en el Congreso. Con los eventos especiales de 2012 y 2013, no creemos que estas cifras hayan ido en descenso. En definitiva, le rogamos que tome nota de nuestra queja, que creemos compartida por una alta proporción de la ciudadanía... y, aunque no lo fuera, estimamos que debe ser atendida, porque el agravio a la libertad de conciencia individual no es asunto de mayorías, como no lo es el sexismo, la homofobia... (si la mayoría de la población es homófoba, ¿son aceptables emisiones homófobas?). Por supuesto, le pido que no sólo tome nota, sino que actúe donde y como sea menester para acercarnos lo más rápidamente posible a esa aconfesionalidad que exigen la Constitución y la normativa de RTVE, y a ese respeto que demandan la justicia y la igualdad. Por los espectadores y oyentes, por los ciudadanos y ciudadanas.


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