Siete años de vacas flacas y siete años de vacas gordas, decía la Biblia. Ya son siete años desde que la crisis empezó. ¿Qué está pasando? ¿Por qué no acabamos de levantar cabeza de una vez por todas?
Hace 6 meses las expectativas sobre la economía europea eran excelentes, parecía que por fin salíamos de la maldita crisis para volver a la prosperidad. Siempre se ha hablado del 2014 como el año en el que volveríamos al crecimiento económico prolongado.
Sin embargo las esperanzas desaparecieron después de la publicación del crecimiento de la Eurozona (0%) en el segundo cuatrimestre del 2014, en el que además las cabezas de Europa (Francia y Alemania) veían como su PIB se contraía (véase la gráfica abajo). Esto sitúa a la UE en una situación poco esperanzadora ya que el crecimiento de su economía en ese cuatrimestre se estancó.
A esto se añade el penoso resultado de la producción industrial alemana en el mes de Septiembre, desplomándose al -4%, niveles de crecimiento que no alcanzaba desde el año 2009. Este dato es de especial importancia ya que la producción industrial alemana tiene una correlación positiva y fuerte con el crecimiento del PIB (véase la gráfica de abajo en la que se sobreponen el crecimiento del PIB cuatrimestral con la producción industrial mensual.)
Esta fuerte correlación se debe a que, Alemania es un país cuyo PIB depende en un 51% de las exportaciones y por lo tanto la producción industrial es parte fundamental para su economía. Además esto conlleva otra serie de consecuencias y es que los principales consumidores de Alemania son los países de la Unión Europea y si la producción alemana disminuye significa que los pedidos disminuyen. Malas noticias para el resto de la UE.
Además se une el riesgo de deflación en la Zona Euro. Riesgo que ya se ha materializado en España ya que llevamos varios meses sufriendo este fenómeno. La inactividad de los gobiernos y del BCE ante este gran riesgo no ayuda para solventar la situación y personalmente dudo que la solución este en presionar a los bancos para que den deuda a doquier, por que eso exactamente es lo que nos metió en la anterior crisis.
Como si todo esto no fuese poco, los recientes indicadores macroeconómicos han hecho que la volatilidad y por lo tanto el riesgo en las bolsas mundiales y especialmente en las europeas se haya disparado en los 2 últimos meses.
Todos estos factores nos llevan a la conclusión de que la UE podría estar enfrente de una tercera recesión.
Si miramos a nuestros vecinos americanos sin embargo, encontramos una economía fuerte, en crecimiento y que ya ha superado con contundencia la crisis. Un indicador para ello es el principal índice bursátil americano: el S&P 500. Este se ha recuperado y superado los niveles pre-crisis. Sin embargo mucho tiene que ver la implementación de las políticas keynesianas a través de la Fed que, desde mi punto de vista, han vuelto a crear una gran burbuja en los mercados financieros. Sin embargo tenemos mucho que aprender de los americanos en su política laboral y económica.
Una de las claves de la recuperación americana ha sido el rápido reajuste de precios y salarios en la economía. 5 meses después de estallar la crisis en EEUU tanto los salarios como los precios habían bajado y por lo tanto se habían reajustado a su economía. Este dinamismo en la economía es gracias a la liberación del mercado laboral, que permite despedir y modificar salarios rápidamente.
Sin embargo en España, con todas nuestras restricciones, sindicatos, prestaciones por desempleo y los brotes verdes de ZP los salarios no bajaron hasta 2 años después del inicio de la crisis ya que tenemos (no solo en España si no en la UE) un mercado laboral excesivamente intervenido y demasiado estricto. He aquí uno de los principales motivos por los que las crisis duran tanto en este lado del atlántico.
Dejando de lado la política, volvamos a las señales que el mercado nos está dando de por que vamos a tener que seguir ajustándonos el cinturón.
Los inversores tienen dos maneras típicas en las que actúan dependiendo de cómo valoren el estado de la economía, estas son: “Risk On” y “Risk Off”.
En ciclos de expansión, los inversores están en “Risk On” es decir que al haber crecimiento deciden invertir su capital en renta variable ya que ofrece interesantes crecimientos con un riesgo moderado, lo que hace que los precios de esta suban. Al contrario de lo que pasa con la renta fija, cuyos precios bajan y tipos de interés suben. Esto es lo que ha estado pasando en EEUU y en menor medida en Europa. El Ibex no esta en niveles pre-crisis (16.000 Puntos) pero se ha recuperado más de un 75% de los mínimos (5.900 Puntos).
En ciclos de incertidumbre o de contracción, los inversores están en “Risk Off” esto es cuando los inversores ven demasiado riesgo e incertidumbre en el mercado y por lo tanto mueven su capital de la renta variable a los “Save Heavens” los paraísos seguros, es decir la renta fija. Lo que buscan los inversores es poder guardar el dinero con el menor riesgo posible. Y por lo tanto cuando los mercados están en “Risk Off” hay que preocuparse por que significa que algo en la economía no esta funcionando como debería.
Pues bien en los últimos dos meses el mercado ha cambiado de “Risk On” a “Risk Off”. Los mercados de renta variable han perdido mucho volumen de negociación y los bonos soberanos de los “Save Heavens” como el bono alemán están por los suelos hoy mismo el bono alemán a 10 años ha tocado los mínimos históricos cotizando por debajo de el 0,85% (Martes 14/10/2014) al igual que el bono español que está cotizando por debajo del 2% (Miércoles 15/10/2014).
En definitiva, el mercado nos esta enviando señales que nos indican que debemos tomar medidas urgentes y contundentes para evitar la desaceleración o incluso una hipotética tercera recesión.
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