La demanda de oro ha bajado en China y en el Medio Oriente en el primer trimestre del 2015, aun así el mercado del oro continua estable en comparación al 2014. Esta estabilidad está dada por el surgimiento de un nuevo mercado europeo, donde la compra y la venta de oro se alimentan por el miedo a las crisis económicas y geopolíticas.
Según el informe del World Gold Council la diferencia es de apenas 11 toneladas de oro entre las 1079.3 toneladas compradas en el primer trimestre de 2015 y las 1089.9 toneladas del primer trimestre del 2014.
La mayor parte de este oro concierne al mercado de la joyería (600 toneladas), con un buen % destinado a China e India. Los dos países absorben más de la mitad del mercado con casi 364 toneladas de oro en joyería.
Oro de Inversión: 278.8 toneladas de oro en el primer trimestre 2015, contra 268 toneladas en el 2014, esta cantidad ha sido absorbida mayoritariamente por China, India y Europa “nuevo mercado emergente” según el WGC. Los europeos han comprado 61 toneladas de oro en el primer trimestre de 2015, tanto como China, Hong Kong y Taiwan. Si el mercado se mantiene estable es gracias a este apetito europeo. La bajada de la demanda en China y Oriente Medio puede estar ligada a la estanqueidad de la economía y la subida de precios del mercado chino, y por una caída de la divisa en paralelo con un alza en el precio del oro en Turquía.
En Europa la demanda de oro está al alza por la crisis
Entre el primer trimestre del 2014 y el primer trimestre del 2015, la demanda de oro en Europa aumentó pasando de 65 toneladas a 73.
Esta subida se nota sobretodo en Alemania, que pasó de 28.6 toneladas en 2014 a 33.8 toneladas en 2015 es decir un 18% más. La mayor parte la representa el oro de inversión (monedas y lingotes), 32.2 toneladas.
En Suiza, Austria, España y Francia la demanda de oro es también importante, la gran parte para el oro de inversión y el resto para la joyería.
Para el WGC esta subida de la demanda de oro en Europa se explica por las recientes crisis políticas, geopolíticas y económicas. Se evoca la crisis griega, el conflicto en Ucrania y la subida del precio del euro que inquieta a los particulares.