Llegamos a otro grupo que solamente ha pasado una vez por el
blog y que en consecuencia solamente ha tenido un programa de radio dedicado a
ellos (ya saben que primero es preciso que exista post en el blog para que
realicemos algo en la radio). De dúo a dúo y tiro porque me toca. Si la pasada
semana eran los Tennant-Lowe de Pet Shop Boys los protagonistas del artículo de
nuestro regreso vacacional, hoy pasamos a otra pareja, que también en sus
primeros momentos miraron claramente al techno pop, pero que avanzada su
carrera viraron en otras direcciones o géneros, aunque sin olvidar del todo la
electrónica. Nos referimos a Annie Lennox y Dave Stewart; Eurythmics, vamos.
Y precisamente la obra que escogemos para hoy es ejemplo
claro de esa mayor amplitud de visión o tendencia al pop rock más generalista.
Además, “Revenge” también fue un disco que escuché 2 o 3 veces en la playa de
Jandía de Fuerteventura, aunque antes de comer (no como con Pet Shop Boys que
sonaban más avanzada la tarde). Quizás el grupo alcanzó su máximo apogeo con el
anterior trabajo tras una trayectoria impecable desde que editaron “Sweet
Dreams (Are Made Of This)”. “Touch” mantuvo el nivel e inquietudes electrónicas
y ya ni hablemos del disco “1984”
dedicado a la obra de George Orwell de mismo nombre y de una notable
experimentalidad a ratos. Sin embargo, con “Be Yourself Tonight” fue donde el
grupo se acercó de forma más clara a todos los públicos y consecuencia de ello
la paradigmática “There must be an angel (playing with my heart)” fue nº 1 de
ventas en el Reino Unido con mucha justicia.
La obra que hoy nos ocupa, editada en 1986, abunda en las
formas expuestas en “Be Yourself Tonight”, y si cabe las refuerza. Cuenta con 4
singles, de los cuales 3 son clásicos indudables y de gran calado y llegada a
cualquiera que se exponga a su escucha; quizás solamente la agresiva canción de
inicio de la obra “Missionary man”, fue el único single que no cumple en ese
terreno, sin que por ello también esté apañada dicha composición claramente,
aunque con otras formas.
Choca la rotundidad inicial que nos ofrece “Missionary man”.
Estamos ante uno de los temas más rockeros y rotundos, no solo del disco, sino
de la trayectoria global de Eurythmics. Las notas afiladas de harmónica suman a
la carga sonora de las guitarras eléctricas y al aplomo y fuerza con la que
Annie se presenta ante el micrófono. Un buen tema de inicio para abrirnos bien
los ojos desde los primeros segundos. El videoclip que se grabó es algo oscuro,
pero encaja muy bien con el sentir de la canción. Quizás sea el single que
menos haya calado de los 4 que se sacaron de las 10 canciones que forman “Revenge”,
pero el dúo insistiría en estas formas en el siguiente disco con su “I need a
man”, que nos puede evocar fácilmente a esta composición que abre el disco que
hoy revisamos. “Thorn in my side” podría ser la canción que más ha quedado de “Revenge”.
Desde sus embriagadores apuntes de saxofón, hasta sus formas algo manieristas
levemente orquestales, se erige como una composición pop pluscuamperfecta de
gusto exquisito. Realmente melódica, sus cambios en la melodía son más
genialidades añadidas de Dave Stewart. Igual de buena resulta “When tomorrow
comes”. A ratos es mi favorita del disco. Tiene un punto más emotivo en su
melodía y sus partes de guitarra en algún momento que Annie utiliza para
respirar, son de lo mejor del disco. Otro clásico de Eurythmics que guarda en
su interior “Revenge” y quizás uno de los videos en los que más guapa podemos
ver a Annie Lennox a lo largo de la trayectoria del grupo. Me atrevo a señalar
a la poperita “The last time” como la joya oculta de “Revenge”. Puede que por
mi parte sea una ligera frivolidad, pero la verdad es que su ritmo engancha y
la pronunciación más aguda del título de la canción al final de las frases del
estribillo por parte de Annie, son marca inconfundible de esta canción. Es
agradable y contrasta mucho con la solemnidad de la siguiente “Miracle of love”.
Esta “Miracle of love” fue single extraído y es realmente sentimental y
emocional. Una balada comedida, quizás en algunos puntos o instantes
ciertamente pastelosa, pero con ciertos detalles de calidad en el sentido de la
creación de la melodía.
Luego hablaré más de ello, pero creo que el mayor pecado de “Revenge”
estriba en el orden de las canciones. Ahora toca “Let’s go”, un tema pop que
alterna sintetizadores y el saxofón tan presente en esta obra. No está mal, ya
que no estamos ante un ejemplo de pop evidente o plano. Sobre una base rítmica
potente Annie y Dave disponen “Take your pain away”. Es una canción que ofrece
una leve sensación hipnótica en el miniestribillo, el cual se nutre básicamente
de Annie cantando el título de la canción de forma liviana. No obstante, el
ejemplo de pop más de algodón de azúcar de “Revenge” es “A little of you”,
compuesta melódicamente a base de una línea algo ñoña de tecladitos delicados.
No está mal y en parte podría suponer una primera aproximación a esa joya que
considero es la posterior “You’ve placed a chill in my heart” del siguiente lp “Savage”.
Se vira totalmente con la siguiente pista “In this town”, que es de los
ejemplos más rockeros del disco y con ese efecto de directo que si cabe le
confiere más intensidad y garra. El final resulta cuanto menos exótico con “I
remember you”. Annie se muestra en unos registros bastante más agudos y
elevados, en esta pieza de sentir acústico.
Quizás el punto flaco que le veo a “Revenge” es el orden de
las canciones. Se pone demasiada carne en el asador en la cara a, con los 4
singles casi seguidos y de esa forma se deja una cara b, que aunque está bien,
adolece de alguno de los grandes singles del disco. Es un buen inicio “Missionary
man”, pero por ejemplo creo que “I remember you” quedaría mejor en otro lugar y
se podría haber rubricado mejor el álbum con “Take your pain away” o incluso “Let’s
go”. El conjunto es bueno, ya que no hay necesidad de pasar de canción en
ningún momento, pero la disposición podría haber sido mejor.
“Revenge” funcionó bien. Destaca por esa imagen tan formal y directa de Annie y Dave en portada, que parece un retrato a partir de una foto del grupo, algo que ahora con los actuales smartphones y sus app se conseguiría fácilmente. Se encargó de mantener a Eurythmics
en la 1ª línea, siendo un grupo que gustaba tanto a gente joven como no tan
jóvenes. Eran quizás los mejores días de Eurythmics, asociados claramente a
canciones como “Thorn in my side” y “When tomorrow comes”. Sin embargo, todo lo
que sube tiene que bajar, y eso fue lo que en parte sucedería a partir de aquí
con Lennox y Stewart y que se puede comprobar en que 3 años se finiquitaría la
1ª parte de Eurythmics.
Y es que el grupo quiso rizar el rizo con “Savage”, el cual,
como alguno de los más antiguos del lugar recordará, revisamos en el blog ya
hace tiempo. Con “Savage” el grupo intento regresar a las formas electrónicas
de unos discos anteriores y también al experimentalismo. Lo que pasó fue que la
gente no entendió nada de “Beethoven (I love listen to)” y que “I need a man”
fuera el otro single, con formas tan arrolladoras y rockeras como “Missionary
man”, tampoco ayudó. La más accesible, ligera y deliciosa “You’ve placed a
chill in my heart” llegó demasiado tarde y “Savage” ya tenía ganado el
sambenito de disco maldito. Muchas veces me pregunto si me gustan los discos
malditos porque realmente me gusten o porque me deje guiar por su condición de
patito feo; quiero pensar lo primero.
Las cosas entre Lennox y Stewart tampoco creo que fueran
demasiado bien cuando tras “We Too Are One” (quizás un título algo curioso o
con distintas lecturas visto lo que sucedió tras el mismo) el grupo dio por
zanjada su trayectoria en conjunto para dedicarse a proyectos individuales. Con
este mencionado disco de 1989, el grupo rectificó y volvió a la senda de la
música para todos, con algún gran momento como por ejemplo la elegante “Don’t
ask me why”. Pero bueno, paremos por hoy, que no voy a hacer una retrospectiva
total de la historia de Eurythmics y ya he hablado suficiente de lo que deparó
a Lennox y Stewart tras el celebérrimo disco “Revenge” que hemos revisado hoy.
Un disco para todos los públicos, muy bueno, que cualquier despistado que no
conozca mucho o nada de Eurythmics puede escuchar e incluso puede que le guste.