De repente, y tras el caso de Ramón Sampedro veinte años atrás irrumpe de nuevo el tema de la eutanasia y oh casualidad, en plena precampaña electoral.
El hecho que desata el debate es el suicidio de Maria Jose Carrasco, enferma de esclerosis múltiple desde hace treinta años, asistida pos su marido, Angel Hernandez, quien le suministro una sobredosis de barbitúricos adquiridos meses antes por la propia Maria Jose vía Internet , cuando aún se encontraba con facultades para hacerlo.
El presidente español, no elegido por las urnas, Pedro Sanchez, al día siguiente, dice estar compungido y según sus propias palabras, profundamente emocionado, en una entrevista en televisión en horario “prime time” a nivel nacional. También, según él, si es elegido presidente indultará, sin duda alguna, al marido, y promoverá inmediatamente una ley que ampare la eutanasia, o en su caso el suicidio asistido.
El proceso del suicidio asistido es retransmitido por grabaciones sucesivas de video, en la que se percibe el deterioro progresivo de Maria Jose, y en la que la pareja va avisando de lo que será el desenlace final del sufrimiento apelando , como balbucea la pobre mujer, “ al buen morir”.
Tras el fallecimiento, como digo, retransmitido paso por paso, Angel Hernandez está imputado por cooperación al suicidio, cuya pena oscila de dos a diez años de prisión en España , aunque se puede rebajar por distintos atenuantes, entre otros, enfermedad terminal.
El desenlace jurídico real es que al marido le pueden condenar de seis meses a dos años de privación de libertad, y si no tiene antecedentes,como así parece, no se hará efectiva su entrada física en prisión.
Pero más allá del hecho, bastante desgarrador, del suicidio retransmitido, y de sus consecuencias legales, quiero centrarme en el hecho de la eutanasia como práctica amparada por la ley.Por cierto, supongo que habrá sido solo el marido quien habrá grabado los videos porque si no, ya tenemos otros imputados: los cámaras de televisión que han filmado las escenas. Pero ese es otro tema.
Solo en Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Canadá y Colombia es legal la eutanasia.
Quienes están en contra , apuestan por los cuidados paliativos antes que por la eutanasia para intentar paliar el sufrimiento de la persona. Dichos cuidados paliativos suponen un coste importante para el sistema sanitario. Según Xavier Gómez-Batiste, responsable de cuidados paliativos de la OMS, el 70 por ciento del gasto en Sanidad se produce en los últimos seis meses de vida.
Precisamente en Holanda, dado que el sistema sanitario está controlado por las aseguradoras, la práctica de la eutanasia se está multiplicando en los últimos años. Como vemos, el tema no es, para nada,sencillo.
Desde el punto de vista religioso, nadie es dueño de la vida sino que es Dios quien la da, por lo tanto , nadie puede acabar con la vida de los demás ni tampoco con la vida propia. Quien está completamente convencido de esto, enhorabuena, porque no tiene ningún tipo de conflicto, y por lo tanto no hay debate. Aunque sospecho que este no es el sentimiento del 100 por 100 de los católicos. Pero , líbreme Dios, esto solo es una sospecha.
Desde mi punto de vista, y siendo católico, francamente, no me atrevo a juzgar a este marido que ha ido sufriendo durante treinta años el progresivo deterioro de su mujer, con el consiguiente dolor psíquico y físico aumentando a lo largo de los años.
Porque lo de los cuidados paliativos, así, en abstracto, suena muy bien, pero el caso de ver que una persona querida se ahoga por el simple hecho de tragar saliva, no hay morfina ni cuidados paliativos que lo calmen. Y si dicha persona te dice por activa y por pasiva que quiere morir cuanto antes…
Al fin y al cabo, también Jesucristo dijo, “no juzguéis si no quieres ser juzgados”.
En el plano humano, para legislar este espinoso tema hay que andarse con mucho ojo y tratar de encontrar el mayor consenso posible, y vigilar muy de cerca la aplicación de la norma.
Lo que no acabo de entender, es la soflama de muchos denominados progresistas, que opinan que casi hay que “hacer la ola” a los valientes que deciden acabar con su existencia y a los héroes que se enfrentan con la Justicia por ayudarles.
Cuidadito con esta visceralidad de la que se ha ido apropiando casi en exclusiva los llamados “progresistas”, que puede dar lugar a casos en los que, como en Holanda,se esta intentando ampliar la eutanasia (llamada “de banda ancha”) a aquellas situaciones en las que por edad, la persona ya no se siente con ganas de vivir aunque no esté necesariamente enferma. Con lo cual, los cuidados paliativos no se llevan cabo y ese coste que nos ahorramos. Cuidado con eso..
Yo, personalmente, siendo partidario de los cuidados paliativos previos, tengo serias dudasante casos muy puntuales de sufrimiento agudo propio de una enfermedad terminal sin posibilidad de cura , con un expreso, lúcido y reiterado deseo del paciente de morir, y en la que los cuidados paliativos se han demostrado totalmente ineficaces. No sé. Poniéndose en el lugar del paciente y de su familia…….
A lo mejor es que hoy no me he levantado muy católico. Que le vamos a hacer.
Buenas noches