La británica merece la pena, quiero decir como profesional, por supuesto; pero si además de unas buenas manos agrada a la vista, miel sobre hojuelas. Ganó popularidad junto al gigante de Cech, que se lesionó seriamente un hombro en el partido contra el Atlético de Madrid, y nos hizo sentirnos de repente, poco colchoneros, aunque el equipo de Mou no tenga mis simpatías, en primer lugar por ser extranjero y en segundo por su peculiar y maleducado entrenador. Al final resulta que la muchacha de raíces españolas, seguro, es lo mejor del Chelsea. Que siga muchos años.