Eva García Sáenz de Urturi: "Desde que somos sapiens sapiens ha habido generaciones que han ejercido la violencia sobre niños y mujeres"

"La obsesión de Unai es tener una familia y parece que la vida le pone muchas pruebas para conseguir lo que realmente quiere"
El pasado jueves 11 de mayo, Eva García Sáenz de Urturi viajó hasta Santiago de Compostela para presentar a los medios su última novela; Los ritos del agua, segunda parte de la trilogía de El silencio de la ciudad blanca. Pese a que la lluvia hacía acto de presencia en el exterior, Eva y yo mantuvimos una charla para hablar de su carrera literaria, su última novela y proyectos en el futuro.  
- Ya vas la por décimo sexta edición de El silencio de la ciudad blanca, ¿cómo ha sido este éxito tan repentino en poco tiempo?
En realidad ha sido a lo largo de un año, un long-seller más que otra cosa y repentino no es porque ya es el quinto libro que publico. Cuando un autor o cantante arrasa se tiende a pensar que es llegar y besar el santo pero no lo es, para nada. Me acuerdo que hace veinte años arrasó la canción de Losing my religion, de R.E.M. y todo el mundo decía que eran los artistas revelación del año pero la realidad era muy distinta, llevaban a sus espaldas nueve discos publicados. Aquí ocurre prácticamente lo mismo.
A mi no me ha cambiado la vida pese a que ahora es mucho más mediático pero ha sido un trabajo de cinco novelas en cinco años, dos en Estados Unidos… 
Con El silencio de la ciudad blanca si que es cierto que han sido 16 ediciones en un año lo que equivaldría, más o menos, una cada tres semanas. No ha parado desde su publicación y sigue sin parar. Con Los ritos del agua, en un mes, llevamos tres ediciones con tiradas larguísimas y me hace gracia cuando la gente viene y me comenta que he vendido 100.000 ejemplares. Con la nueva edición que saldrá esta semana, la faja ya cambiará y pondrá 200.000 ejemplares. 
Noto diferencia en este último mes, es decir, cuando se ha convertido en gran fenómeno porque en Sant Jordi fui la autora más vendida. He vendido más que Patria y que Dolores Redondo durante los días 21, 22, 23, 24 y continuamos imparables desde aquellos días. Todo gracias al boca-oreja, redes sociales, lectores...
- Has sido una autora que has nacido bajo el amparo de la autopublicación de Amazon para dar el salto a las editoriales tradicionales como Espasa y ahora Planeta. ¿Qué tal el cambio? ¿Ves diferencia entre la publicación de Amazon y ahora con el grupo Planeta?
La historia fue que empecé con La Saga de los Longevos en Amazon y eso fue muy viral porque en pocos días llegó a número uno e hizo mucho ruido en prensa y redes sociales. Además, como eran los primeros meses de Amazon es España llamó mucho la atención por convertirse en un best-seller y en apenas dos semanas se pusieron en contacto conmigo los de La Esfera de los Libros para publicar mi libro en papel. Al año siguiente me fui a Espasa y de ahí a Planeta, la casa matriz.
Ha sido de ir subiendo escalones poco a poco, con mi trabajo y esfuerzo y sin ninguna llamada mágica o momento Cenicienta, eso no ha ocurrido.
- Vienes de la novela histórica como tal con la Saga de los Longevos y te abriste un camino en el género negro con El silencio de la ciudad blanca y ahora con Los ritos del agua. ¿Por qué adentrarse en este género? ¿Es más complicado que el histórico o es completamente diferente?
El género negro es más técnico que el histórico y que cualquier otro género la verdad. En la novela negra tienes que tener dominado el proceso de documentación y lo que cuentas al lector para que no vaya descubriendo, ni demasiado pronto, ni demasiado tarde, quien es el asesino. En ese sentido, tiene que estar muchísimo más planificada, no puede sobrarle nada, no puedes hacer ninguna digresión, no puede haber un párrafo de más, no puede haber una subtrama que no lleve a nada… en difinitiva, la novela negra tiene que tener un objetivo y mantener el juego con el lector.
- Hablando del género negro. Parece que la novela negra está como acotada para hombres, lo que lo convierte en uno de los géneros más machistas actualmente pese que actualmente hay grandes escritoras como María Oruña, Dolores Redondo o incluso tú misma. ¿Sientes este machismo hacia tu persona o hacia tus novelas?
No, para nada. Hay mujeres que escriben novelas del género negro desde hace 150 años.
- Sí, completamente de acuerdo pero digamos que hay un sector machista que dice que las mujeres que escriben novela negra lo hacen solo para mujeres.
Manejo mucho las redes sociales y en cualquier momento sabes el porcentaje de la gente que te sigue. En mi caso me siguen un 51% mujeres y 49% hombres por lo que es la mitad y en el caso de La saga de los longevos, mis lectores también son mitad hombres y mitad mujeres. Quizás Pasaje a Tahití fue más seguido por mujeres y reseñado por estas pero por decisión editorial que lo quisieron enfocar de una manera distinta, hacia la novela rosa.
- En abril de este año publicas la segunda parte de la trilogía; Los ritos del agua. ¿Qué se podrán encontrar los lectores en esta novela?
La trama personal continúa con lo que pasó en el primer caso, por eso es muy importante que la gente se haya leído El silencio de la ciudad blanca porque con Los ritos del agua se da por entendido que ha leído su primera parte.
Los protagonistas tendrán que lidiar con las consecuencias de su primer caso y uno nuevo que les tocará muy de cerca; la triple muerte celta. Amenaza a todos los que estuvieron en un campamento cántabro hace veinte años y los que estén esperando descendencia se ven amenazados por alguien que piensa que no deberían ser padres o madres.
- ¿Como es la evolución de los personajes como Kraken, Esti o Alba en esta segunda parte?
Alba demuestra que es una persona muy madura y mucho más fuerte que Unai y Estíbalez. Esti está en proceso de recuperación después de quedarse sin hermano y dándose cuenta que puede ir por libre y que por sí misma tiene la fuerza necesaria.
Kraken sigue bastante traumatizado por lo que le ocurrió físicamente y creo que le hubiera gustado mucho más tiempo de recuperación y tranquilidad antes de que le venga encima el caso de Los ritos del agua. Por si fuera poco, tendrá que tomar una decisión con respecto a Alba y lo pondrá a prueba hasta puntos insospechados. La obsesión de Unai es tener una familia y parece que la vida le pone muchas pruebas para conseguir la verdadera familia que él quiere. 

- En esta novela vuelves a aunar la trama del género negro con las tradiciones y el folclore vasco y el celta. ¿Ha sido complicado conseguir la documentación necesaria para poder abordarlo en la novela?
La cultura celta la tenía muy estudiada por La Saga de los Longevos pero en este caso lo necesitaba unir a novela negra y me vino bien volver a Cantabria o a la costa Quebrada que hay mucho sustrato celta que en Álava o Vitoria, que me costaba mucho más. Sobre los celtas está casi todo escrito y es de las culturas más estudiadas de mi parte y con la que más disfruto.
- Vitoria vuelve a ser una de las grandes protagonistas de la novela y en la segunda novela, Cantabria tiene una cuota de protagonismo. ¿En la siguiente novela veremos otro sitio como protagonista de las aventuras de Unai?
Puedo decirte que en la trama del presente Unai seguirá en Vitoria y Álava. Del flashback histórico sí que se dónde voy ampliar horizontes pero no te puedo adelantar nada de la época. Eso sí, tendrá mucho más importancia e incluso en número de páginas.
- ¿Cómo podrías definir tu segunda novela en una frase o palabra para atraer a todos los lectores que estén indecisos?
La frase que dice Héctor del Castillo: “Existe una cadena de violencia que se remonta al paleolítico”.
Ese es el tema de toda la trilogía. Todos los casos tienen que ver con personas que han sido abusadas o maltratadas o vienen de familias disfuncionales de pequeños y cuando son adultos ellos deciden; parar esa cadena de violencia o si ellos la ejercen sobre la siguiente generación.
Desde que somos sapiens sapiens ha habido generaciones que han ejercido la violencia sobre niños y mujeres. Existe una cadena, linajes enteros de familias que unos han abusado de otros y que te van remontando al siglo XIX, al medievo, al año cero y al año 7000 a.C. 
- La cantidad de buenas opiniones que está recibiendo esta segunda parte supongo que os motivo de orgullo. ¿Cómo te sientes al leer que cientos de lectores te escriban para darte las gracias por tus novelas? ¿Temes que algún día puedas decepcionarlos o que no estés a la altura de lo que puedan esperar?
Eso siempre pasa pero no solo con mis novelas sino también con las series de televisión, como True Detective. En Estados Unidos le llaman hype. 
¿Qué pasa cuando algo gusta mucho mucho mucho? Tú ya no estás escribiendo una historia sino que tienes el condicionante de que estás luchando con lo que hay en la cabeza de miles de personas. Lo que miles de personas sin saber o sin ser creativos “esperan de”. Me pasó con La saga de los Longevos y me está pasando con El silencio de la ciudad blanca.
Lo primero viene cuando la gente te pregunta “¿para cuándo la siguiente?¿para cuándo la siguiente? ¿para cuándo la siguiente?” y hay cierta infantilidad en eso en que la gente se lea una novela en tres días y esperen que en tres días tú escribas otra. Nunca va a llover a gusto de todos porque si la sacas al año te dirán “uy que precipitado” o “puff no quiero esperar tanto. Escribir una novela lleva un proceso y son distintos los tiempos de escritura que de lectura.
Lo mejor es escribir la historia que tú quieras contar con los recursos que tienes disponibles en este momento
- Hablando de tu siguiente novela, ¿habrá que esperar mucho, para el año la podremos tener en nuestras manos o tienes intención de presentarla al Premio Planeta?
Respecto al tiempo no estoy diciendo nada. Quiero escribirla sin fecha y que sea algo orgánico. Si me tiro tres meses con la documentación, pues que sean tres o más, sin presión alguna. Ahora que puedo elegir y tengo la posición de hacerlo, quiero disfrutar del proceso de escritura.