Álex, un joven y prometedor ingeniero, vuelve a su ciudad natal después de dedicarse durante diez años a investigar en los campos de la robótica y la inteligencia artificial. A su regreso deberá enfrentarse a fantasmas del pasado y viejos conflictos que le persiguen desde hace demasiado, al mismo tiempo que afronta su mayor reto profesional: desarrollar un androide capaz de simular con total exactitud los pensamientos y emociones de un niño humano, para lo cual contará con la ayuda de su sobrina, la atrevida Eva.
Dirigida por el debutante Kike Maíllo, Eva se alza por méritos propios como una de las películas españolas de 2011 más interesantes y atrevidas. Los espectadores nos encontraremos con una historia de tintes melodramáticos y de ambientación propia del género de la ciencia ficción, fruto de un equipo entregado que ha conseguido que todos sus elementos estén bien cuidados y pulidos, ofreciendo en su conjunto una película muy cohesionada: desde un guión sostenido por diálogos fluidos y por el triángulo amoroso que forman los protagonistas hasta la narrativa sencilla y eficaz de Maíllo; pasando por una adecuada banda sonora, logrados efectos especiales al servicio de la trama, y referencias a las cuestiones planteadas acerca de la humanidad de los androides en películas como Blade Runner e Inteligencia Artificial. Por supuesto, no debe dejarse a un lado la ambientación, que mezcla rasgos futuristas como el desarrollo de la tecnología robótica con una estética retro, propia de los años 70 y 80, similar a lo visto en Moon, de Duncan Jones.
Los actores también cumplen y están bastante comedidos en sus papeles. En el reparto nos encontraremos con la solvente Marta Etura (Celda 211), las breves apariciones de Lluís Homar (Los ojos de Julia) aportando el contrapunto cómico, y los gestos un tanto forzados y exagerados de Alberto Ammann (curiosamente, pareja de Marta Etura en la mencionada Celda 211). El mayor peso dramático cae sobre la debutante Claudia Vega, que da vida a la vivaz niña del título, y también sobre los hombros de Daniel Brühl (Malditos Bastardos), quien sorprende por su compostura y construcción del protagonista, de quien vamos descubriendo más a medida que avanza la trama.
Drama ligero con toques de ciencia ficción, Eva sorprende por la entrega del todo equipo que ha trabajado en ella, quienes han logrado una película muy entretenida de factura vistosa.