De la compañía T de Teatre sólo había visto la serie de televisión Jet Lag. Fué un referente para mi: estaba protagonizada por mujeres de mi edad lidiando con problemas y emociones cercanos a mi. Pero de aquello hace veinte años, no tenía ni idea que me iba a encontrar en E.V.A.
Pues más de lo mismo actualizado a su edad que es la mía. Es una obra hecha a mi medida. Me ha encantado.
A partir de las historias de cuatro antiguas compañeras de escuela, reflexiona como afecta el dolor vivido (que no es otra cosa que la vida vivida), a cada persona en forma y medida diferentes, como lo manejan, como lo incorporan para seguir adelante. Como aprendemos a insensibilizarnos al dolor, a la vida, para evitar el sufrimiento. Evitamos sentir para no sufrir.
De las diferentes formas de dolor expuestas, me removió especialmente el dolor que produce el entender que ya no estamos a tiempo de muchas cosas. La envidia a la mujer joven, la que tiene la fuerza que nosotras ya agotamos y los recursos que nunca tuvimos.