No podemos abandonar Faenza sin llegarnos a la Plaza de San Francisco donde se encuentra el monumento a Evangelista Torricelli (1606 – 1647), pues se le suponía nacido en la ciudad. Parece que en verdad su cuna fue Roma.
Torrecelli trabajó con Galileo sus últimos meses de vida y se formó con sus obras. El Duque Fernando II de Médici le nombró matemático de corte y profesor en Florencia donde se instala definitivamente.
Torricelli destacó tanto en la física de los fluidos como en la matemática de los indivisibles, que recuperaban el método exhaustivo de Arquímedes, y que abrieron el camino hacia el cálculo infinitesimal. Hoy es más conocido por el barómetro de mercurio y por la Trompeta de Torricelli, un cuerpo con volumen finito y superficie infinita.
La estatua de Torricelli en Faenza fue ejecutada por Alessandro Tomba y colocada en 1864. El matemático es representado con el barómetro.
La localidad tiene un pequeño museo con aparatos y astrolabios organizado por la Società Torricelliana pero no lo hemos podido visitar.