P(u)ateando la vida. Otro blog de Golcar
«¡Cierren la torre a cal y canto!
¡Condenen todas sus ventanas!».
Por años permaneció encerrado.
Una burbuja impermeable.
Los libros eran sus hermanos,
Los poemas sus amigos,
Las canciones sus primas,
Las películas eran sus vecinos.
Cuando sentía que algún ruido exterior amenazaba,
subía el volumen de la música,
cantaba más alto.
Pero un día despertó,
en el muro de piedra había una grieta.
La realidad empezó filtrarse
como un chorro de luz,
Como un hilo de agua.
El ruido de una fila de gente
El sonido de un disparo
El llanto de una madre con su niño muerto en brazos por falta de medicinas
El maullido del gato que agonizaba famélico…
Dio todo el volumen al Brindis de La Traviatta
Cantó a todo pulmón una ranchera
Arrancó las hojas de Memorias de Adriano
para tapar con ellas la grieta…
Hizo una amalgama con las palabras de La Ilíada.
Nada…
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