La palabra intercambio incrementa su gran registro efectuando el reconocimiento donde su índole de reciprocidad con la acción y el efecto de canjear, es también, competencia del quehacer propio de los eventos y de su interactividad.
Por ello, el intercambio entre personas o cosas se hace mutuo cuando se establece una correspondencia de códigos de información que den respuesta a la creación de ideas, es un espacio de comunicación que cubre necesidades de ámbito social, interviniendo de este modo, en el desarrollo del sector empresarial quienes van a dar importancia al uso del evento que transmita su marca.
Por otra parte, en el espacio creativo se acuña la realidad de la práctica artística, concretada con la presencia de Arte y compartida con la participación del usuario.
Por un instante, la experiencia del acontecimiento trasvasa el espacio-tiempo del aspecto lúdico, transformando estados anímicos cargados de empatía hacia la instantaneidad del imprevisto buscado por ese evento.
Y es Arte con sus estrategias, quien se encarga de irisar maquillando de colores el rostro peculiar de cada evento. A cada cual, le concede el matiz singular de su sonrisa con la que experimentarán el juego de la vivencia. Estos se han de reconocer como parte integrante del Marketing de Experiencia que proyectan, y han de pretender mantener las expectativas del usuario durante la acción generando vínculos con los mensajes definidos por la empresa.