Esta mañana ha estado Zapatero en Sevilla, en el acto de presentación de candidatos a las ciudades andaluzas de más de cincuenta mil habitantes para las municipales del año próximo.
No pensaba escribir sobre ello, a pesar de que mi compañero y yo nos presentamos allí con las cámaras y el equipo para cubrir el evento, porque cuando no me dan facilidades para hacer mi trabajo tengo por norma no informar sobre el acontecimiento en cuestión. Y el PSOE hoy no me ha dado ninguna. Por eso nos hemos marchado sin grabar nada y sin presenciar el acto.
Sin embargo ha ocurrido un hecho durante el mitin que sí merece la pena ser reseñado. Entre los asistentes se encontraban un grupo de 25 personas pertenecientes al colectivo de eventuales en paro de Tussamque han estado esperando bajo un sol de justicia durante más de dos horas para hacer visibles sus reivindicaciones.
Los encargados de la seguridad del acto los localizaron desde el primer momento y se posicionaron cerca por si ocurría algún incidente, cosa que no ha sucedido ni tampoco era su intención.
Cuando arrancaron las presentaciones y llegó el turno del candidato a la alcaldía de Sevilla, Juan Espadas, los miembros del colectivo s eventuales de Tussam escucharon su intervención con atención hasta que el candidato se refirió a la nueva situación económica que padecemos y a los momentos difíciles que está atravesando el empleo.
Ésa era la palabra clave, el resorte que hacía que los compañeros se levantaran, aplaudieran y lucieran sus ya famosas camisetas reivindicativas: empleo. Cada vez que alguno la pronunciaba, los compañeros realizaban la misma coreografía reivindicado una solución a su dramática situación.
El acto transcurrió sin ningún incidente digno de mencionar, salvo un lipotimia que sufrió una señora a la que ellos mismos se encargaron de atender. Al final del mismo, los eventuales se acercaron a Juan Espadas para saludarle. El candidato les agradeció su comportamiento y el hecho de que no boicotearan el acto. Además, les emplazó para mantener una reunión con ellos más adelante y estudiar las posibles vías de solución a su situación, de la que dijo tenía que recabar más información.
El colectivo de eventuales de Tussam se está destacando por su inteligencia y honradez a la hora de llevar a cabo sus actos reivindicativos, tal vez por esa misma razón Arizaga está tan nervioso y ve peligrar su intento de deshacerse de ellos al precio que sea. El candidato socialista Juan Espadas ha dado muestras de saber estar y poner a cada uno en su lugar. Sus compañeros de partido que gestionan este conflicto desde el Ayuntamiento hubieran tenido un comportamiento muy diferente. Ahora sólo resta que desde el diálogo y el entendimiento les ofrezca una salida digna a quienes se ganaron su derecho a un puesto de trabajo con honradez y sacrificio.
En el camino andan y lo hacen muy bien.