Everwild (Everwild) · Neal Shusterman (traducido por Adolfo Muñoz) · Anaya · 460 páginas · 15’00€ · Abril 2012Nick, el Ogro de Chocolate, quiere ayudar a las almas de Everlost a alcanzar la luz al final del túnel. Mary Hightower, peligrosa fanática autoproclamada reina de los niños perdidos, está decidida a mantener a las neoluces atrapadas por toda la eternidad. Para cumplir con sus planes se aventurarán por los rincones más peligrosos de Everlost.Mientras tanto, Allie la Apartada se dirige a su casa en busca de sus padres. Y lo hace en compañía de Mikey, que en otro tiempo fue el terrible monstruo al que llamaban el McGill. Allie, cada vez más seducida por la emoción del secuestro de piel, termina conociendo el impactante secreto que encierra el don que posee.
Trilogía Skinjacker1. Everlost 2. Everwild 3. Everfound
Este libro llegó a mis manos porque es la segunda parte de una trilogía cuyo inicio no me hizo demasiado tilín... pero prometía. Y yo, tozuda como soy, me puse con ella. El resultado ha estado bien. Sin más, pero vamos, que me ha gustado bastante más de lo que esperaba. Señores y señoras: Everwild.
En primer lugar quiero hablar de los personajes; se perfilan bastante en esta novela y están muy marcados, cada uno por lo que digamos “quiere hacer”. Tanto Allie como Mary Hightower a su manera me han gustado, aunque mi personaje favorito vuelve a ser el McGill, que es una genialidad. Y por otra parte está Nick que también es estupendo, no sé. El resto pasan sin pena ni gloria más que nada porque son un poco secundarios y no se les da tanta importancia. Hay algunos niños que estaría bien que tuvieran algo más de protagonismo, siendo Everlost un lugar con tanta gente, pero bueno, no se puede tener todo y posiblemente de haber sido más coral sería algo aburrido.
Creo que lo que más me ha gustado es que la historia, que en el primer tomo me pareció muy aburrida. En este ha sido más interesante, mucho más, me ha mantenido pegada a las páginas y claro, eso cambia las cosas. El caso es que donde en la primera se basaba más bien en descubrir porqués varios, en esta lo que hacemos es prepararnos para la batalla. Así, en cada capítulo se alterna entre los distintos protagonistas, lo que la convierte en una lectura mucho más amena... y además vamos a poder ver mejor lo que cada uno quiere, como decía arriba. Aunque esta segunda parte me haya gustado bastante más yo creo que todavía le falta un algo para engancharme del todo, no sé qué será pero espero encontrarlo en la tercera parte de la saga. Lo que menos me ha gustado de todo ha sido la escritura... ¿o debería decir la traducción? Veréis, en las descripciones y los diálogos es una prosa normal y corriente (no es especialmente buena tampoco, es muy simple pero está bien) que te deja claras las cosas y que no utiliza demasiadas florituras ni nada. Vale, hasta ahí todo perfecto. El problema viene que hay ciertas expresiones que no tienen ni pies ni cabeza. Vamos, que el libro tiene un tufillo a traducción literal que no se aguanta de pie. Expresiones, comentarios de los personajes que hacen que te asustes; que sí, que son niños, pero no todos son del siglo XV y creo que hay cosas que no tienen sentido.
¿Y lo mejor? Sin duda, Everlost. El mundo creado, entiéndase. Me gustan mucho las reglas que tiene, cómo hay quiénes se las saltan a la torera, el hecho de que se hayan creado sociedades basadas ya no en la democracia sino en el miedo a otros niños... me parece que está muy bien realizado, y también me gusta mucho la idea de los recuerdos de los niños y demás (me entendéis si lo habéis leído, que no quiero dar demasiadas pistas xD). Creo que aunque la saga no me guste del todo, es un lugar al que se le podría sacar mucho provecho. Sí, me quedo con Everlost. Everwildretoma la trilogía con más fuerza que la primera novela, y aunque sigue sin ser santo de mi devoción, resulta una lectura interesante. Entretiene y engancha, además de presentar un mundo que desde luego da muchísimo juego. Estoy dispuesta a leer la tercera parte de la saga... y a probar otras novelas del autor, si se puede.
