Revista Salud y Bienestar

¿Evidencia digerida o evidencia dirigida?

Por Enferevidente @EnferEvidente
Hay gente que se resiste desesperadamente agarrándose a modelos de negocio que se quedan atrás debido a la irrupción de nuevas tecnologías y sus usos mas "sociales"... otra gente se adapta y avanza... aunque sea criticable.
Un ejemplo es el de las empresas que conocíamos (y aún denominamos) como "editoriales" que están pasado de "tamizar" la información a "generar evidencia 'dirigida' ".
Trabajar de acuerdo con la mejor evidencia conocida aplicable y adaptada a las preferencias y marco cultural de nuestros usuarios sería el "gold estandart" de una práctica clínica moderna. Pero a poco que se haya intentado todos seremos conscientes de la enorme cantidad de información disponible, lo confuso de muchos estudios, lo sesgado e interesado de algunos enfoques, lo oscuro de ciertos procesos de evaluación y lo lejano de las circunstancias y medio donde se desarrolla un buen número de los estudios 'de impacto'.
¿Evidencia digerida o evidencia dirigida?La "parte alta" de la pirámide de los elementos de la práctica basada en la evidencia (PBE) se compone de los llamados elementos de "información filtrada": Síntesis, sinopsis y sumarios que deberían servir para responder a las cuestiones que la práctica clínica nos plantea a diario.
La elaboración de esos elementos 'altos' de la PBE debe ser tan rigurosa y transparente, controlada y reproducible como los estudios primarios en los que se basan y buena muestra de ello son, en general, las revisiones sistemáticas (Encabezadas por las de la colaboración Cochrane y el JBI) pero tenemos en ese vecindario otros ejemplos más concretos que se plantean ser "los nuevos manuales" para orientar la práctica profesional y que son fruto de esa evolución de hacia "plataformas de conocimiento" de las grandes editoriales: UptoDate y Fisterra son sólo dos ejemplos.
Los sesgos de los modos de trabajo de esas plataformas son su declarado interés comercial (más pronto que tarde veremos como en cada una priman los estudios originales de las publicaciones del propio grupo) y la escasa o nula transparencia en los criterios de selección, evaluación y elaboración; una evidencia dirigida pero que se está extendiendo como referente en lugar de las guías de práctica clínica elaboradas con rigor y transparencia pero que se encuentran algo encorsetadas justamente por su metodología de elaboración.
Sin embargo, queda la esperanza de los loables esfuerzos de las administraciones por generar ese conocimiento y responder a las preguntas de sus clínicos como es el caso de PREEVID con resúmenes de la evidencia disponible entorno a una cuestión. Un resumen "masticado" pero completo cuyo resultado no resulta sospechoso a primera vista de incurrir en más sesgo que en los tradicionales de publicación y anglofilia que afectan por igual a la literatura de salud de nuestro tiempo.
¿Evidencia digerida o evidencia dirigida? ¿Evidencia digerida o evidencia dirigida?

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