Evitar la doble victimización de los menores

Tal como apuntaba esta semana una publicación de Europa Press en Diario de Avisos, el Estatuto de la Víctima que está elaborando en Ministerio de Justicia prevé la generalitzación de las Salas Amigables para que el niño o niña víctima de agresiones sexuales no deba coincidir en el mismo espacio físico con su agresor en los tribunales.

Como alternativa, en los casos de delitos sexuales contra menores de edad, estas declaraciones podrán realizarse mediante conferencia. Está prevista la puesta en marcha de una sala piloto de estas características en el Tribunal Superior de Justicia de Murcia durante el segundo semestre de este año.

Según ha expuesto el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón el Estatuto, aún anteproyecto, va en la línea de evitar “la doble victimización del menor” reduciendo “al mínimo posible las situaciones” que pueden resultarle “traumáticas” en su relación con la justicia, como la sucesión de interrogatorios o que éstos se produzcan en dependencias y con personal no adaptado para ello.

Autores como Miguel Adame sugieren que la doble victimización se produce cuando el niño vuelve a vivir el trastorno de la experiencia traumática durante su paso por unos trámites judiciales pensados desde la óptica y la madurez psicológica de los adultos: “En las declaraciones, la valoración inapropiada de pruebas, la práctica innecesaria peritajes no especializados, los interrogatorios repetidos, las demoras prolongadas e innecesarias y la posible declaración frente al acusado”.

Lo ilustra de forma muy clara este vídeo de la campaña No Me Pregunten Más, que persigue la generalización de las Salas Amigables y otras medidas de protección de la infancia durante la instrucción judicial.

En Camboya, Action pour les Enfants, la organización responsable del Proyecto Protect que apoya Global Humanitaria, el proyecto que evita y persigue la explotación sexual en este país, ha preparado a cientos de niños para enfrentarse a las diligencias judiciales asociadas a las denuncias contra sus agresores.

En paralelo, y en los ámbitos judicial y policial, Action pour les Enfants promueve la formación de los cuerpos policiales y judiciales para lograr un tratamiento adecuado a la víctima en la recepción de las denuncias, las pruebas periciales, los interrogatorios y la no confrontación con el agresor.

¿Qué opináis vosotros? ¿Qué iniciativas pueden considerarse para proteger a los niños y niñas de convertirse en víctimas una y otra vez?