Revista Ciencia

¡Evitemos en el futuro un nuevo “Seseña”!

Por Francisco Nebot Edo

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El pasado mes de mayo, la localidad de Seseña en Toledo se vio gravemente afectada por un incendio de un incendio, que todo parece apuntar que fue provocado. La magnitud de toxicidad (11000 viviendas afectadas) y ecotoxicidad de este desastre todavía está en unas primeras fases de valoración, pero lo que está claro es que para repararse el daño necesitaremos años.

Y es que estas 90 toneladas de neumáticos fuera de uso o como también se conocen por las siglas NFU, ocupaban una parcela de más de once hectáreas. De hecho en el 2005, la empresa Disfilt, que gestionaba este vertedero, fue sancionada por la Consejería de Medio Ambiente y suspendió su actividad. Incluso, el gerente fue condenado por su responsabilidad penal por el delito ambiental.

El principal uso de los NFU que se desechan de nuestros vehículos es el de servir como combustible en fábricas de cemento. Esto, aunque favorece a la industria del cemento y a la de la incineración, ocasiona graves problemas de contaminación. Sin embargo, hay una gran cantidad de usos posibles de estos neumáticos alrededor del reciclaje y reutilización (recauchutado, uso en firmes de carreteras, etc.) que son mucho más razonables y con mejor perfil ambiental. Pese a comenzar de manera lenta la retirada de los neumáticos, como se ha visto, el incendio, se adelantó a su limpieza definitiva.

Se ha hablado mucho sobre el incendio y la gravedad de todo lo que un vertedero ilegal trae consigo. Y esto no debería hacerse nunca pues los neumáticos son materiales de alta resistencia y permanecen inalterables en la naturaleza por muchísimos años. Aquí en este post, trataré de explicar, que usos deberíamos darles a este tipo de residuo.

En España en 2004, un año después de prohibirse el depósito en vertedero de NFU, ese era el método más frecuente (50%) de deshacerse de ese residuo, por delante del reciclado (14%), recauchutado (12%) e incineración (17%)

Pese a los esfuerzos del Gobierno en el Plan de residuos, PNIR 2008-2015, para potenciar la gestión menos contaminante de este residuo, la realidad actual es muy diferente y los objetivos de recauchutado y reciclaje están cada vez más lejos de conseguirse y en cambio la incineración supera ampliamente lo planificado. Por lo visto, prevalen los intereses de la industria del cemento y de la incineración, que justamente es la gestión que peores resultados ambientales produce.

También hay otras alternativas como varios proyectos de pirólisis y termólisis de NFU (degradación térmica en ausencia de oxígeno) que han sido rechazados por la oposición social y porque en definitiva suponen otras variantes de la incineración.

Una herramienta útil para estudiar el comportamiento ambiental de las diferentes alternativas de gestión es el análisis del ciclo de vida. Se podría hacer un estudio del ciclo de vida y comparásemos las dos alternativas de gestión de los NFU, la incineración en cementeras y la valorización material del neumático. El resultado es totalmente favorable al reciclado de los NFU frente a la incineración, especialmente en las categorías de cambio climático, demanda de energía y acidificación.

Los NFU no se consideran residuos peligrosos, aunque alrededor del 1,5% son sustancias peligrosas incluidas en el Anexo I del Convenio de Basilea: óxido de cinc (necesario para la vulcanización del caucho sintético), cobre en aleaciones en las cuerdas metálicas, trazas de plomo y cadmio (inseparables del cinc por su afinidad química y el óxido de plomo utilizado como agente vulcanizador de los cauchos clorados), goma butílica halogenada CIIR, etilentiourea (mutagénico, cancerígeno, tóxico para la reproducción, utilizado como acelerante de la vulcanización), ditiocarbamato de cinc (tóxico, acelerante), nanopartículas de dióxido de silicio, etc. Además de las anteriores los NFU contienen una gran cantidad de sustancias que afectan a la salud y al medio ambiente: ftalatos como aglomerantes de los cauchos, impurezas policiclos aromáticos en el negro de humo, fenilnaftilamina, etc.

La quema o incineración de los NFU emite numerosos contaminantes a la atmósfera. Así se emiten óxidos de azufre y de nitrógeno, hidrocarburos aromáticos policíclicos (PAH), dioxinas y furanos, compuestos orgánicos volátiles (COVs), fenol, cianuros y ácido cianhídrico, partículas PM10, metales pesados (cinc, plomo, cadmio, mercurio, etc) Las cementeras, que utilizan los NFU como combustible, no están suficientemente dotadas para controlar la emisión de esos contaminantes, especialmente los metales pesados volátiles y semivolátiles (mercurio, cadmio, talio), PAH, COVs, etc., ya que solamente retienen con alguna eficiencia las partículas con electrofiltros o filtros de mangas. De hecho, epidemiólogos del Instituto de Salud Carlos III de Madrid, sostienen que aumentan los casos de cáncer en las cercanías de esas instalaciones.

Aparte de las razones ambientales y de salud pública hay poderosas razones de tipo legal que suponen una censura total al actual modelo de gestión de los NFU en España. La Directiva Marco de Residuos 2008/98/CE (DMR) y la Ley 22/2011 de residuos y suelos contaminados establecen el llamado principio de jerarquía la reutilización y el reciclado son prioritarios sobre la llamada “valorización energética” (incineración). Es decir, nuestro país esta inclumpliendo el mandato europeo.

En el caso de los NFU eso pasaría por obligar a los productores de neumáticos a utilizar los materiales procedentes del desguace de los neumáticos (polvo de neumático, acero y textiles) en la fabricación de nuevos neumáticos. El problema del caucho vulcanizado es que para esto se debe desvulcanizar el material (ruptura de enlaces carbono-azufre), proceso que emite Hay un problema con los cauchos vulcanizados que exigiría I+D, pues en principio por sus propiedades no se podrían utilizar como materia prima de nuevos neumáticos, sin antes pasar por un proceso de desvulcanizado, que rompa los enlaces carbono-azufre y azufre-azufre de los polímeros lineales entrecruzados. Ese proceso tendría importantes emisiones de benceno, tolueno y heptano, y la calidad del producto obtenido es menor que la de los cauchos vírgenes.

En la primera línea de jerarquía de valorización medioambiental es la de Prevención. Estaríamos hablando del ecodiseño del neumático para que sea duradero, utilice el mínimo de materias primas vírgenes, no contenga sustancias peligrosas y se posibilite su recauchutado y reciclaje al final de su vida útil. Por supuesto que en paralelo se debería disminuir el índice de motorización, la movilidad y apostar por el transporte público.

En segundo lugar, sería la Reutilización y el recauchutado Con el primero Reutilización, prolongamos su vida, pues han sido desechados por motivos diferentes al del fin de su vida útil. En algunos se puede reesculturar la capa de rodadura manteniéndola.

Con el recauchutado o renovación se añade una nueva banda de rodadura. Para ello se ha de eliminar la banda de rodadura usada y sustituirla por la nueva. Se puede hacer en frío o en caliente, vulcanizando la nueva banda de rodadura. Con ello, se produce un ahorro de materiales, energético y el descenso de la huella de carbono.

También está en la valorización del material. Los NFU enteros se pueden utilizar en obra civil (rellenos de taludes, defensa de muelles en puertos, etc.) o en vertederos como elementos de protección. Los tres materiales (se incluye el acero y fibras textiles) se pueden reciclar por completo.

El caucho granulado, obtenido de la trituración tiene dos fracciones diferentes. Unos se podrán usar como para base de vías de trenes y tranvías, rellenos de campos deportivos de césped artificial, campos de atletismo, parques infantiles, guardarraíles en carreteras, material aislante térmico y sonoro, baldosas, calzado, etc.

Queda mucho por hacer por nuestro gobierno, sentar las bases de unas políticas que siempre antepongan gestiones muchos más respetuosas como las apuntadas anteriormente. Hasta que llegue el día en el que los neumáticos sean impenetrables y de larga vida para nuestros coches, todo se hará según las decisiones aprobadas por los que ocupan los sillones de nuestro Congreso de los Diputados.

[foto libre de derechos de uso CC0 Creative Commons  libre para reutilización pública]

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