Évole, superhéroes y fe

Una parte de mí quería escribir sobre el fantástico y aterrador careo entre Jordi Évole y Pablo Crespo en la última edición de Salvados, pero lo haré otro día. Hoy vamos a hablar de superhéroes… o mejor aún, hablemos de las dos cosas.

Según  el exsecretario de Organización del PP en Galicia el uso de dinero negro formaba parte de la rutina de muchos cargos del partido que cobraban sobresueldos en B. B de Bandido.

La televisión es mágica y al ver de cerca los gestos del tal Crespo durante el espectáculo de Évole uno se da cuenta de que la corrupción está tan arraigada que este señor ni siquiera se planteaba absurdos dilemas morales sobre si los pagos en carpetas azules (más chulas y divertidas que los tristes sobres blancos de Génova) estaban bien o estaban mal. Hablamos de moralidad aunque Crespo relató que tampoco contaba la pasta para ver si estaba bien o estaba mal tal o cual cantidad.

La primera es una fe en el sistema del partido y la segunda podríamos llamarla fe en el donante. Fe ciega para entendernos.

Crespo no pensaba. Actuaba y punto. Como diría el Pazos de Manquiña:

Muy profesional

Yo hacía mi trabajo, apostilla Crespo.

De repente, en un instante Évole, Crespo y Salvados dejaron de ser Évole, Crespo y Salvados y se transformaron ante mis ojos en Batman y The Joker en The Dark Knight. Y aquello no era ya una entrevista, no. Era el interrogatorio que se desarrolla en comisaría de Gotham entre los dos protagonistas.

¡Quiero los nombres!─ clama Évole/Batman mientras el Joker/Crespo se relame detrás del oasis que otorga la prescripción.

Y es que todos los políticos (todos a los que me refiero) son el Joker. Pasean una sonrisa enfermiza por sus dominios, pero aquí, en el mundo real los villanos se salen con la suya con mucha más frecuencia que en el celuloide.

Apago la tele y me doy cuenta de que Galicia y Gotham empiezan ambas por G y que en las dos llueve mucho, pero aquí no tenemos un justiciero enmascarado que nos eche un cable y meta a todos estos corruptos/mafiosos en prisión.

Aunque visto lo visto en Salvados…lo que nos hace falta en España es un milagro y para eso los dioses nórdicos van de miedo. Un deidad tipo Thor te arregla la crisis en un abrir y cerrar de ojos. Si existiese seguro que hubiese aparecido el jueves en la puerta del Congreso de los Diputados en el momento de la bochornosa estampida.

¿Sales corriendo para “disfrutar del puente”?

Martillazo mágico.

¿Pierdes el avión?

Martillazo doble. Por burro, por no ser previsor. ¿Ryanair? Otro martillazo por cutre. Si no eres capaz de organizarte el puente tontolaba qué decidirás tú ahí dentro. ¡Venga, de vuelta al hemiciclo a escuchar la votación! Y después me hace su señoría un resumen de las conclusiones.

Quizás por eso están tan de moda en el cine este tipo de películas sobre gente con súper poderes. Que alguien haga justicia de vez en cuando (aunque sea en la ficción), pues como que nos reconforta y se agradece, porque lo que es aquí, en el mundo real…

Dinero negro en carpetas azules, dioses nórdicos, Crespo y Évole en Gotham..y todo esto no ha hecho más que empezar.

A ver qué tal las secuelas.

¡Salud hermanos!