En los últimos meses el precio del oro ha oscilado entre los 1.185 a los 1.326,50 dólares por onza. Una variación que ha tenido sus puntos más altos durante las últimas semanas. Han sido varios los acontecimientos que han beneficiado al aumento del precio. Todos ellos con un denominador común, la búsqueda de un valor refugio ante la incertidumbre provocada por noticias provenientes de los mercados emergentes.
China
En 2013 superó a la India para convertirse en el líder mundial en la compra de oro, con un crecimiento de su inversión en este metal de más del 30% respecto al año anterior. La influencia directa entre el mercado del oro y las decisiones del gobierno chino aumentan a cada instante.
Además, el runrún de la posibilidad de que el nivel de sus reservas haya superado a las de Italia y Francia, situándose como el 4 país con más oro del mundo, cuenta cada día con más adeptos. Es tal la influencia, que la simple celebración del Año Nuevo lunar chino ha condicionado el valor del metal en los últimos días del mes de enero.
Argentina
La devaluación del peso argentino, la mayor en los últimos años, que podría salpicar a corto plazo a entidades financieras y compañías de todo el mundo, arrastró a la baja a las bolsas de todo el mundo provocando que los inversores volvieran al oro.
India
Primer comprador de oro hasta el año pasado. Continúa con sus políticas de contención de demanda de este metal, a través de la prohibición de venta a particulares por parte de los bancos autorizados, y regulaciones impuestas en materia de importaciones de este metal, cuyas tasas se han elevado al 10%.
A todas estas incertidumbres se suman las fuertes depreciaciones de las monedas en Turquía, Rusia o Sudáfrica, debido al endurecimiento de las políticas monetarias de sus gobiernos.
A pesar de la caída en 2013, el oro es considerado como un activo tangible obligatorio en cualquier cartera de inversión. Una inversión a largo plazo en un valor refugio a prueba de crisis o eventos inesperados.