
¿Qué pasa cuando peleas con tus mejores amigas? Aquellas que tienen absolutamente toda tu información.
Hace unos días recibí una llamada de una de mis mejores amigas, la Lulú. Estresada lloraba y gritaba desconsolada por haber peleado con otra de sus mejores amigas. Luego de calmarla –o intentarlo– dijo que esta vez “si que fue una pelea grande y ya no serían más amigas” y, a pesar de que lo he escuchado antes, creo que va en serio porque no se hablan hace dos semanas.Lo grave según me dijo, es que su amiga era su confidente, sabe todos sus rollos, conoce sus problemas, planes, amoríos secretos y no secretos; era prácticamente su diario de vida. Cuando me lo dijo, no vi nada raro en eso. Todas tenemos al menos una amiga a la que le contamos todo, de ahí viene el “ponerse al día” con las amigas. Luego de que me lo explicara, comprendí su “tragedia”: Peleo con mi mejor amiga, quedamos mal y con rencor, ella sabe todo de mí y temo que se lo cuente a alguien más.La verdad es que tengamos la edad que tengamos, siempre necesitamos a las amigas. En verdad son nuestro hombro para llorar y gritar nuestras penas, compartir nuestras aventuras, amores, dolores y alegrías. Saben aquellas cosas secretas que esperas que nadie se entere, cosas que solamente ellas entienden.A mí me pasó que por muchos años tuve un grupo de amigas (éramos cuatro), muy unidas y todas sabíamos todo de todas, obvio ¡¡si nos conocíamos desde el colegio!! Creo que les conté absolutamente todo de mi vida. Un día peleé con una de ellas, de esas peleas heavy que aunque se arreglen nunca se olvidan, ella dejó de hablarme y las demás solidarizaron con ella, pues por orden histórico yo fui la última en unirme al grupo. Hasta el día de hoy no somos amigas.
