“Ex-cubanos”: otra vuelta de rosca.

Cuando el ataque desde Cuba por el término “Ex-Cubano” se consideraba para algunos agotado, aparece un editorial firmado desde la oriental provincia de Holguín, Cuba, en AHORA, periódico oficial. Es la voz y el estilo de un ex-director de este medio de prensa local la que se alza a destiempo, en una cruzada ridícula que saca la cara por el innombrable Randy Alonso, el rostro más repulsivo de la Televisión Cubana y su Mesa Redonda Informativa.

Obviamente se refiere al incidente con el medallista olímpico de origen cubano Orlando Ortega, quien tras alzarse con la presea en los recién concluidos juegos olímpicos de Río de Janeiro dijo: “Estoy muy orgulloso de haber puesto el nombre de España bien alto”.

Desde Holguín dice el periodista, que “con toda la intención del mundo se formó tremenda algarabía en la red social Facebook por lo dicho por Randy Alonso en el espacio televisivo Mesa Redonda, referido a la postura del vallista. Algunos ni su programa vieron, ni analizaron lo dicho por él y el porqué, pero se sumaron a condenar a Alonso y defendieron la actitud de Ortega, sin mucho examen”. Y no le falta razón al columnista. Sólo que en su deseo de atenuar las consecuencias debió ser más preciso. No fueron algunos los que no vimos la Mesa Redonda. Fue la gran mayoría. El espacio carece de credibilidad y balance por lo que los cubanos de a pie no toleran tener en pantalla un programa que sólo destaca los “invisibles logros de la Revolución hoy”.

Para colmo de males el periodista: desinformado, adormecido, considera que la expresión de Randy fue mal interpretada  “con el objetivo marcado de echar a pelear a los cubanos de adentro y de afuera”. Inmediatamente refiere como lista de posibles culpables el nombre de varios de los medios de prensa de Miami, dejando entrever que los propios cubanos de dentro y fuera de la isla, no tienen ni siquiera el derecho a indignarse ante tal calificativo en atención a su propio nivel de razonamiento.

Para rematar, el artículo termina deseando que llueva sobre mojado, que siga la contienda, y como si fuera poco considera que debiera llamársele al deportista cubano “antipatriota” además de “Ex-Cubano” e inmediatamente alude la ignorancia histórica y le echa garra a Martí y sus años de exilio y la labor de Máximo Gómez en la manigua redentora.

Quien de se modo escribe, confunde cubanidad con arenga, hermandad con campamento. Es una especíe de alma deteriorada en el océano de los panfletos. Los cubanos del mundo necesitan sanación y cobija. Todo lo que nos invite a dividirnos es más que condenable. Divide y vencerás no será el lema de quienes no pierden un minuto intentando interpretar a qué deporte juegan los de la Mesa Redonda. A fin de cuentas, los “Ex-Cubanos” no existen, son sólo una invención desesperada que ha durado menos que un durofrío en la puerta de una escuela.

Con información de AHORA! y Diario de Cuba.

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