Revista Opinión

Ex-strongman busca el legado como salvador de la democracia de Malasia

Publicado el 10 mayo 2018 por Tablazo Tablazo Cubanoti @tablazocom

KUALA LUMPUR, Malasia (AP) – Conocido como un líder autoritario que persiguió implacablemente a sus enemigos y ahogó la disidencia, Mahathir Mohamad era una opción poco probable para llevar a Malasia por un camino más democrático.

Pero el belicoso político, notablemente fuerte a los 92 años, logró un asombroso malestar electoral el miércoles, negando a su ex protegido Najib Razak un tercer mandato como primer ministro y poniendo fin al poder del gobernante Frente Nacional en 60 años.

Fue una hazaña que muchos predijeron que era imposible. Se espera que la elección de Malasia esta semana brinde más evidencia de que la democracia en el sudeste asiático se encontraba en una retirada inexorable. En cambio, se convirtió en un poderoso faro para el poder de las personas.

Mahathir es ahora el líder electo más antiguo del mundo y, según los analistas, parece decidido a usar lo que podría ser el capítulo final de su vida para limpiar Malasia -él lo calificó de “desastre” – y crear un legado más positivo.

“Tenía mucho sueño esta mañana”, bromeó en una animada conferencia de prensa posterior a las elecciones del jueves. “Me levanté tarde y muchas personas se levantaron tarde. En el momento en que me levanté, mientras desayunaba, llamé a todos los agentes implicados y les dije todo lo que teníamos que hacer”.

Mahathir fue un rebelde nacionalista malayo en los primeros días de su carrera política que sobrevivió a la expulsión del partido dominante de la Organización Nacional de Malayos Unidos, y se convirtió en el primer primer ministro plebeyo de Malasia. Aunque acreditado con la transformación del remanso del sudeste asiático en una economía moderna, su dominio, como el de su contemporáneo, Lee Kuan Yew en Singapur, era sofocante.

Bajo su mandato de 22 años, la judicatura era una herramienta del gobierno, los medios de comunicación fueron silenciados y un sistema de privilegios económicos para la mayoría malaya y un estatus de segunda clase para las minorías chinas e indias se mantuvo atrincherado.

Entre las manchas de sus años en el poder estuvo el despido de su adjunto, Anwar Ibrahim, luego de una lucha de poder. Anwar lideró protestas callejeras contra Mahathir, pero fue encarcelado por los cargos de sodomía y corrupción y compareció ante el tribunal con un ojo morado por una golpiza policial.

Mahathir tenía ambiciones extravagantes para la economía de Malasia, respaldando la construcción de las famosas torres gemelas Petronas Towers en Kuala Lumpur que alguna vez fueron los edificios más altos del mundo y la creación de la automotriz estatal Proton, que nunca prosperó a pesar de estar protegida de la competencia.

No mucho antes de su retiro en 2003, Mahathir causó indignación mundial con un discurso antisemita a los líderes de las naciones islámicas que retrataban a los judíos como líderes de una conspiración mundial para oprimir a los musulmanes.

Incluso después de dimitir, siguió siendo influyente, suavizando el ascenso de Najib a la cima en 2009 después de criticar a su primer sucesor, Abdullah Ahamad Badawi, por su pobre gestión económica. También apoyó a Najib en las elecciones de 2013.

Luego se convirtió en el crítico más feroz de Najib cuando el primer ministro, considerado inicialmente como un reformador cauteloso, recurrió al libro autoritario de Mahathir para sobrevivir a un escándalo de corrupción multimillonario en el fondo estatal de 1MDB que dañó la reputación del país.

Estados Unidos y varios otros países están investigando denuncias de malversación transfronteriza y lavado de dinero en 1MDB, que fue establecido y liderado previamente por Najib para promover el desarrollo económico. El Departamento de Justicia de los EE. UU. Dice que al menos $ 4.5 mil millones fueron robados de 1MDB por los asociados de Najib, que niegan cualquier fechoría.

Mahathir se reconcilió públicamente con Anwar, nuevamente en prisión por otra acusación de sodomía, dijo que fue fabricada por el Frente Nacional, y se unió a la oposición multiétnica para “salvar a Malasia” de una élite corrupta.

A pesar de dos cirugías de derivación coronaria, Mahathir mantuvo un horario de campaña agitado. A veces hablaba varias veces al día en los mítines y también actualizaba sus tácticas para la era de las redes sociales.

Fue recibido con entusiasmo en los mítines de la oposición y parecía disfrutar divirtiéndose con el plutocrático Najib, describiéndolo como alguien que intentaría comprar su camino al cielo pero que sería enviado al infierno.

Cuando no fue invitado a un foro que planificó debatir si en los últimos 90 años ya era demasiado viejo para volver a ser primer ministro, apareció de todos modos.

“En lo que respecta a la salud, aún no estoy senil”, anunció a los atónitos participantes, muchos de los cuales se levantaron y tomaron fotos con sus teléfonos inteligentes.

Por si acaso, Mahathir se sentó en la primera fila y tuiteó: “Estoy aquí chicos. Dilo en mi cara”.

El movimiento fue la marca registrada Mahathir, su apetito por peleas políticas aparentemente no analizado.

Antes de ser juramentado nuevamente como primer ministro, prometió pedir un completo perdón real para Anwar, criticó una represiva ley de “noticias falsas” presentada bajo Najib pero no dijo que sería derogada, y prometió cancelar un bien impopular y impuesto de servicio.

Hay esperanzas de que como una figura poderosa para la mayoría étnica malaya tendrá capital político para reformar el sistema electoral cargado que mantuvo al Frente Nacional en el poder durante seis décadas y recortar el sistema de privilegios económicos para los malayos. No está claro qué haría, si es que algo, haría en esas áreas.

“No sé si no me va a gustar. Soy una persona muy agradable”, bromeó cuando un periodista preguntó por los rumores de que el rey de Malasia, que lo juró como primer ministro el jueves por la noche, no lo mira con amabilidad.

“Tengo el apoyo de la mayoría de los miembros del parlamento”, dijo Mahathir. “Eso es lo que establece la disposición de la constitución. No dice que me gustas o que no me gustas, te amo o no”.

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https://apnews.com/da86d3b0112e4bacaac47571111a70bf


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