Examen de conciencia

Ayer cuando estábamos llegando a casa vi por el espejo retrovisor que en el coche de atrás iba un niño de unos ocho o nueve años en el asiento de delante y sin cinturón. El niño iba con su padre y eran de raza gitana. Recalco lo de la raza gitana porque en mi barrio hay varios edificios de realojos y no es la primera vez que vemos esto, que llevan a los niños de cualquier manera en el coche. No es por generalizar, que seguro que hay gitanos que llevan a sus hijos en sus correspondientes sillitas homologadas pero en mi barrio la gran mayoria los lleva sin sillitas, da igual delante o detrás y por supuesto sin cinturón. Y digo yo, ya que los llevas sin la silla por lo menos ponles el cinturón. Mi marido y yo comentamos lo irresponsable que nos parecia el señor en cuestión.
La cosa se quedo ahí. Pero cuando estaba haciendo la cena me volví a acordar del tema. Por supuesto que el gitano es un irresponsable por llevar a su hijo así en el coche, pero me pregunto si lo es más que yo el día que en el pueblo no tenía mi coche y para subir al centro subimos en el de mi padre que no llevaba sillita. Que solo era medio minuto, que mi hijo iba sentado, con el cinturón puesto, sujetándole yo, que era dentro de un pueblo y que mi padre no iba a ir a más de 30 por hora, pero subió sin sillita.
Y qué pasa cuando tienes que coger un taxi con un niño pequeño, los taxis no llevan sillitas homologadas, ¿como van entonces los niños?.
Y es que veces juzgamos muy deprisa sin pararnos a pensar que a veces hacemos lo mismo o cosas parecidas.