Examen de conciencia de fin de año

Ya se termina un año, y empieza otro, otra vuelta al Sol y todo pareciera que sigue igual en el mundo. Pareciera que la humanidad no sabe aprender de sus errores del pasado, especialmente los mexicanos. Como ya se sabe, quien no estudia y analiza a conciencia su historia, esta condenado a repetir los mismos errores del pasado.
Hay que ir aclarando el orden de las cosas. ¿Vives con los mismos rencores y odios con los que iniciaste el año que termina? Es tu culpa. ¿Nadie te quiere ni confía en ti? Es tu culpa. ¿No consigues un buen trabajo que te guste? Es tu culpa. ¿Naciste pobre y de grande sigues siéndolo? Es tu culpa. ¿El gobierno sigue siendo igual de corrupto que los anteriores? Es tu culpa.
Es muy sencillo echarle la culpa al sistema, al gobierno, a la sociedad o a quien sea para no afrontar la responsabilidad de que todo lo que nos ocurre. Puede que no seamos del todo responsables de las muy distintas situaciones que se nos presentan en la vida, pero sí somos totalmente responsables de las decisiones que tomamos respecto a ellas. Que tu vida y tu felicidad no dependan de la presencia o ausencia de una persona o una cosa, tienes que ser feliz por ti mismo.
Y algo muy importante, ser buena persona es lo correcto en el mundo pues es lo funcional para el universo mismo, tienes que ser bueno, honesto y decente porque la humanidad misma funciona de forma correcta con esos valores y virtudes. Y si no lo crees, solo revisa profundamente todas las catástrofes y horrores que han ocurrido por no seguir ese paradigma tan sencillo de vivir. No necesitas creer en dioses o ángeles, ni en nada fuera del mundo real. Solo ten confianza en ti mismo, y ten el valor de actuar correctamente.
Si nadie te ama, será porque no te has merecido el amor de nadie. Recuerda que para recibir el amor de alguien tenemos que ofrecer lo mejor de nosotros mismos, nuestra mejor versión de nosotros para ser dignos de recibir amor. Eso de “si me quiere que me quiera como soy” es una excusa de la gente mediocre y perdedora. 
No caigas en mentiras bellas como esa que dice "la unión hace la fuerza y crea la verdad”. La "verdad" de los que veneran la mentira, seguirá siendo una mentira siempre, que necesita ser creída para ser “cierta", pues solo para ellos es "la verdad". La cruda realidad no necesita ser creída por nadie, pues puede ser verificada por todos de manera libre y abierta para todos, no necesita ser creída para tener validez, pues un hecho real está muy por encima de una vil creencia sostenida en mentiras.
Hay quienes se la pasan viviendo como “posers”, disfrazados y fingiendo ser algo que no son, para tratar de llamar la atención de los demás, y hacerse sentir importantes, pues por si mismos, su pobre personalidad no es nada destacable. Son personas miserables que solo buscan la conmiseración de los demás, y que los demás sean tan miserables como ellos. 
Que paz y tranquilidad es saber que se es querido por quien eres y por como eres, pero que triste es la vida de esos que solo son queridos por lo que tienen, no por quienes son o por su forma de ser, que pobres son ellos, viven una miseria existencial que quiere rellenar con objetos y cosas, porque nadie les regala su tiempo.
Pues lo más importante para regalar es el tiempo, es nuestra vida, quien te dedica tiempo, te da el regalo más valioso. Esos que se la pasan reclamando y con rencores son los que viven una constante pérdida de tiempo y de sus vidas. Recuerda que tu rencor no afecta en nada a esa persona a quien odias, solo te afecta a ti, tú eres el perdedor en esa contienda.
El gritarle, insultar y tratar de hacer menos a los demás, solo pone de manifiesto tu miseria interior, pues solo quien es miserable en su interior busca rebajar a los demás; en cambio quien posee una riqueza interior trata de hacer crecer a todos los que le rodean, y sin necesidad de encaminarlos en temas religiosos ni espirituales. Solo por sus acciones, no por palabras huecas.
Hoy sabemos que parientes son solo esos que llevan nuestra misma sangre y apellido, pero nuestra familia es a quien llevamos siempre en nuestro corazón. Si tus creencias te enseñan a discriminar y a odiar, deja esas creencias, son solo un estorbo para tu crecimiento personal. No intentes que los demás crean en lo que tú crees, mejor respeta y actúa conforme a lo más noble que hay dentro de ti.
Recuerda que si tu dios necesita que tú defiendas sus dogmas atacando a otros, entonces ese dios no es tan sabio, ni tan poderoso, ni tan divino, como te dijeron al principio. Y posiblemente no exista, y solo se la invención de antiguos hombres llenos de temores y odios.
Viene un año nuevo que, depende de ti, sea productivo y de crecimiento en todos los sentidos, o sea solo otro año de tu vida arrojado a la basura. Proponte una meta, y que con ella dejes un legado, pues el día que ya no estés, seas recordado con cariño y afecto, en lugar de ser recordado con coraje o perdido en el olvido.
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