al cumplir los 65 o comprarse un coche nuevo
La buena noticia es que lo han desmentido desde la DGT, pero lo bien cierto es que no se trataba de ningún bulo. Lo de la obligación de un nuevo EXAMEN DE CONDUCIR al comprar un coche nuevo es algo que han llegado a considerar y si ahora lo desmienten es porque les ha estallado el globo sonda en la cara.
Desde luego la propuesta era del todo absurda, al menos en el caso de tener que examinarse al comprar un coche nuevo, lo cual, además de que no tiene ninguna justificación, sería un claro desincentivo para quien tuviera pensado cambiarlo (de ahí la reacción adversa de los fabricantes de vehículos que sin duda ha tenido algo que ver con el reciente desmentido de la DGT). ¿A quién le apetece someterse a un nuevo EXAMEN DE CONDUCIR por el simple hecho de comprarse un coche? En los coches de empresa, ¿quién se supone que tendría que examinarse, el administrador?
De todos modos es algo que ha estado sobre la mesa y antes o después se tomarán medidas al respecto. Tal vez no al comprarse un coche nuevo, pero sí al cumplir cierta edad o cierta antigüedad en el carnet.
Insaciable afán recaudatorio
EXAMEN DE CONDUCIR nuevo o no, lo que está claro es que la mentalidad de toda esta gente no cambia.
Entre el 1 de enero y el 14 de agosto de 2013 la DGT recaudó más de cien millones de euros en multas, algo menos que en el mismo período del año anterior pero porcentualmente bastante más, dado el descenso de vehículos en carretera. Y si no fuera suficiente con la DGT, los ayuntamientos también se apuntan a la moda de los radares y otras multas y anuncian cosas absurdas como la que ha dicho la alcaldesa de Madrid, cuyo objetivo para el 2014 es “poner 20.000 multas”, prácticamente el doble de las actuales.
No se pueden hacer previsiones de este tipo. Los objetivos pueden ser de concienciación, de reducción de accidentes, de seguridad vial… ¡pero nunca de cantidad de multas a imponer! Esos objetivos solo se pueden cumplir obligando (o incentivando) a los agentes a poner más multas con independencia del número de infracciones reales que existan.
Conclusiones:
Con el pretexto de aumentar la seguridad en el Tráfico aumenta la persecución de los conductores con más multas, pero lógicamente la motivación es otra bien distinta: Hay menos conductores a causa de la crisis y la recaudación no puede bajar, así que la solución es poner más multas a los pocos que quedamos por la carretera.
Curiosamente han dicho que ”no existe previsión de incrementar el número de radares en las carreteras”, pero lo cierto es que ahora esos radares ponen más multas que antes. La explicación también es sencilla: los radares permanecen activos durante más tiempo que antes y de ese modo ponen más multas (un 20% más que el año anterior).
Ramón Cerdá