He tenido un febrero de lo más movido. Ni tiempo pa ná. La consecuencia: Abandono total del mundo blogueril. Una lástima, pero no se puede llegar a todo.
El caso es que a estas alturas y aún teniendo trabajo y aún teniendo una licenciatura currada en mis años mozos, y debido a mi permanente estado de ansiedad cultural, este año se me ocurrió matricularme en la UNED. Si, he notado que la gente de mi entorno me mira raro. ¡Tía, tía, tía, estás loca! fue el comentario más generalizado. Pero resulta que yo estoy ilusionada y encantada a pesar del esfuerzo que supone.
Pues eso. He estado inmersa en mis estudios y después se conoce que mi cuerpo se reveló y decidió que el que iba a ser un fin de semana para mí, para poder salir a la calle y vaguear a mi libre albedrío, se iba a convertir en un estado febril gastroenterítico que me dejó hecha una piltrafa. Menos mal que para el lunes ya estaba medio consciente como para ir a trabajar. ¡Cómo no! Y harta ya de mi perra vida, decidí pasar el fin de semana siguiente en Madrid. Y aquí estoy nuevamente, todavía intentando recuperarme del trote castizo y afrontando un si cabe, aún más duro segundo cuatrimestre estudiantil y laboral.
Y en medio de todo este tejemaneje resulta que me entero por casualidad gracias a una compañera, que he hecho el primo matriculándome en un montón de asignaturas de primero porque en realidad me convalidan directamente las de formación básica. ¿Por qué? Porque ambos estudios, los que ya poseo y los que estoy haciendo ahora pertenecen a la misma rama del conocimiento: Ciencias Sociales y Jurídicas.
Y alguien dirá, ¿pero cómo no te has informado antes, moceta? El caso es que lo intenté por todos los medios y no hubo manera: e-mail a Madrid preguntando el sistema de convalidaciones. Me remitieron a la página web de la UNED (es una universidad a distancia y debería estar todo, todo ahí). Nada. Pregunté en mi centro asociado de Pamplona. Me dijeron que tenía que solicitar individualmente las asignaturas que me parecieran a mí convalidables aportando programas cursados y mil historias y que me iban a tardar en contestar un siglo y mientras tanto, claro, tuve que hacer la matrícula al tun tun.
Conclusión: He perdido dinero y tiempo en estudiar asignaturas que me convalidan directamente por una absoluta falta de información. Puedo asegurar que no soy la única a la que le ha pasado esto. Lo único que espero es que me devuelvan el importe de la matrícula de, en mi caso, nada menos que 5 asignaturas.
No obstante, reto a quien quiera a encontrar dicha información de convalidación automática de las asignaturas de formación básica dentro de la misma rama del conocimiento en la web: UNED Igual es que me estoy haciendo mayor y no pillo las cosas como antes... No sé.
Comento esto, porque sé que hay mucha gente que comienza una segunda licenciatura (ahora grado) en la UNED y es frustante que con el esfuerzo que supone además te encuentres con esta falta de información.
Sorry por la turrada. A ver si vuelvo a mis cabales este mes.