Si una persona sospecha y piensa que tiene hepatitis tipo A, el paso inmediato es tratar de acudir a un médico para que se empiece el diagnóstico respectivo mediante distintos tipos de exámenes.
- Un examen hematológico (comúnmente llamado, examen de sangre).
- Una biopsia; se extrae una ínfima cantidad de hígado para analizar su tejido el microscopio.
Podría decirse que estos son los exámenes médicos más importantes para diagnosticar a una persona con hepatitis; en ellos se valorará el tipo al que pertenece y en donde de forma principal se tratara de medir el nivel de bilirrubina en la sangre.
Tratamientos recomendados para curar a la hepatitis
Por suerte, “la hepatitis A” suele desaparecer por sí sola en unas cuantas semanas luego de haberse contraído, aunque siempre es necesario tomar en cuenta los siguientes consejos:
- Según el estado de cada persona, guardar cama varios días o semanas según indique el médico.
- Adoptar una dieta rica en proteínas, pero pobre en grasas.
- Tomar abundantes líquidos, sea en forma de agua o de jugos.
- No beber alcohol, por lo menos hasta que se encuentre completamente restablecido.
- Tomar la medicación ofrecida por el médico tratante.
- No automedicarse con analgésicos o tranquilizantes.
Con estas sencillas indicaciones y recomendaciones, una persona puede llegar a curarse rápidamente de la hepatitis A; cabe mencionar que los medicamentos otorgados por el médico generalmente no involucran a tratar de curar la hepatitis, sino más bien a aliviar los síntomas de esta enfermedad.
Dependiendo de cada caso, un médico podría solicitar al paciente realizarse exámenes de sangre para ver la condición de la función hepática, estando también el examen llamado como enzimograma hepático, el cual llegará a revisar si existe algún daño en el hígado provocado por el virus de la hepatitis. Una biopsia al hígado y también una laparoscopia ayudará a conocer el grado de daño hepático que puede llegar a tener un individuo en esta enfermedad.