Portada del disco de Micah P. Hinson.
A menudo, el adjetivo genio viene acompañado del de excéntrico, aunque son contadas las ocasiones en las que ocurre lo contrario. Tim Burton y Tarantino en el cine, Michael Jackson en la música, Dalí y Bansky en el arte, Paco Arrabal en la literatura, y un largo etc. No siempre esta excentricidad es voluntaria, sino que puede venir acompañada de cierta enajenación natural, o a causa del abuso de estupefacientes. Y digo bien, enajenación, un cambio de "chip" que puede hacerlo extraño y despistado en su comportamiento social, su lenguaje verbal y no verbal, pero que en cambio le permite concentrarse en su creatividad con una fuerza insospechada para el resto.
Es el caso del cantante estadounidense Micah P. Hinson. En la entrevista que concedió a Buenafuente hace dos noches, el músico ofreció muestras de su nerviosismo social, solo mitigado en parte por movimientos y manías repetidas, refugiándose en ellas para mantener un mínimo de compostura. Sin embargo, tras esa fachada hilarante, sus palabras bien asimiladas daban muestra de una inteligencia y talento que mostraba sin tapujos guitarra en mano. Me fascinó su persona.
Una de las joyas que regaló al programa, fue la anécdota sobre la fotografía que ilustra la portada de su último disco. En ella como se ve en la imagen de arriba, una mujer con los pechos apenas tapados por cinta americana, nos apunta con una pistola. Pues bien, al parecer en EEUU, le hacen recortar la foto para que no aparezcan los senos, por considerarlo pornografía, mientras que en algunos países europeos es la pistola la que no es permitida. En palabras suyas: "parece que en EEUU no están bien vistas las tetas, pero si las pistolas".
Vídeo con la actuación y el comienzo de la enrevista, y si seguís al primer enlace, el resto de la entrevista.