Un iraní pierde su cuenta de Youtube por subir vídeos en los que podían verse imágenes la lapidación de a una mujer que estaba condenada por adulterio.
En su defensa alegó: ¿Dónde está la excepcionalidad cultural?
La historia que acabo de contar, por suerte, es ficticia. Sin embargo, me gusta oír como se usa el término “excepcionalidad cultural” para legitimar las brutales vejaciones a las que se someten a los toros en nuestro país. Al menos el uso de la palabra “excepcionalidad” representa que se es consciente de la brutalidad del acto que solo puede legitimarse por la “cultura” ya que hacerle esto a un animal en cualquier otro país sería un grave delito, aparte de su carga ética.
Usando esta misma lógica se pueden legitimar todo tipo de actos: la labiación, los castigos por adulterio, la opresión de la mujer en muchos países del mundo, el hambre… cualquier cosa puede ser una “excepción cultural”.
Sería más fácil reconocer que uno es un sádico y que le gusta ver como mutilan a animales vivos, pero “excepcionalidad cultural” queda mucho mejor.